Al menos 17 personas murieron en tres masacres ocurridas durante las últimas 24 horas en diferentes regiones de Colombia, en las que grupos de narcotraficantes, bandas criminales y disidencias de la desmovilizada guerrilla de las FARC se disputan el control, informaron el sábado autoridades y medios locales.

Los ataques se sumaron a otros dos ocurridos a comienzos de agosto en los que fallecieron 13 personas.

En el más reciente hecho, se reportaron seis personas asesinadas en el municipio de Tumaco, en el departamento de Nariño, cerca de la frontera con Ecuador.

“No sabemos si los muertos hacen parte de una organización o son personas familiares, por ahora lo que se sabe es que hay quizás parientes de un (…) cabecilla de las redes de apoyo de las estructuras” ilegales, dijo el general Nairo Martínez, comandante de la Fuerza de Tarea Hércules del ejército, a Caracol Radio.

“No conocemos las circunstancias aún de cómo las sacaron (…) se las llevaron a un sector próximo a un cementerio”, agregó.

Horas antes, seis personas murieron en el municipio de El Tambo, en el departamento del Cauca, en el sur de Colombia, y otras cinco fueron asesinadas en zona rural del municipio de Arauca, en el departamento del mismo nombre, en el oriente del país fronterizo con Venezuela.

El presidente, Iván Duque, lamentó las muertes en su cuenta de Twitter, justo antes de reunirse con una comunidad en la ciudad de Cali en donde el pasado 11 de agosto fueron asesinados cinco jóvenes.

“Nos duelen los muertos que deja la violencia producto del narcotráfico y terrorismo”, escribió el mandatario.

Ya la semana pasada otros ocho jóvenes habían muerto en el municipio de Samaniego, en Nariño.

A su turno, el director de Human Rights Watch para las Américas, José Miguel Vivanco, mostró su preocupación por los constantes ataques armados.

“La situación de seguridad se está deteriorando notoriamente”, advirtió.

El narcotráfico es el principal causante de la violencia y el conflicto interno armado que se registra en Colombia desde hace más de cinco décadas y que ha dejado más de 260.000 muertos y millones de desplazados, según las autoridades.

En el negocio de las drogas ilícitas se disputan el control la guerrilla izquierdista del Ejército de Liberación Nacional (ELN), las disidencias de las FARC que no se acogieron a un acuerdo de paz firmado en 2016, así como bandas criminales de exparamilitares de ultraderecha y carteles.

 

PAL

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