Científicos hicieron un inesperado descubrimiento cuando estudiaban un cachorro de 14 mil años, pues en su estómago se encontraba un trozo de rinoceronte lanudo, que se pensaba estaba extinto en esa época.

El cachorro preservado en el permafrost siberiano, todavía cuenta con nariz, pelaje, dientes y bigotes; sin embargo, al momento las pruebas de ADN no han podido determinar si es un perro o un lobo, por lo que se piensa es un ancestro en común.

Investigadores hallaron los restos en un sitio cerca de Yakutsk, al este de Siberia, durante 2019.

Desde entonces, un equipo del Centro de Paleogenética, una empresa conjunta entre la Universidad de Estocolmo y el Museo Sueco de Historia Natural, analiza el trozo de costilla del animal.

En sus redes sociales, el Centro de Paleogenética dio a conocer que el tejido es de un rinoceronte lanudo, “lo que confirma que tiene 14,400 (± 300) años”.

En entrevista para CNN, Edana Lord, estudiante de doctorado en el Centro y coautora de un artículo que estudia la desaparición del rinoceronte lanudo, explicó que pese a que no se ha determinado la especie del cachorro, sí se sabe que era un cachorro que “tal vez se encontró con un bebé rinoceronte que estaba muerto, o el lobo (adulto) se comió al bebé rinoceronte. Tal vez mientras lo comían, la madre rinoceronte se vengó”.

Además, agregó que la criatura ingerida tendría aproximadamente el mismo tamaño del rinoceronte blanco de la actualidad; por lo que sería poco probable que el cachorro lo matara.

Uno de los detalles que los investigadores consideraron curioso, es que el cachorro muriera poco después de comerse al rinoceronte, lo cual se piensa ya que no habría hecho la digestión del mismo.

Love Dalen, profesor de Genética Evolutiva en el Centro de Paleogenética, explicó que cuando empezaron a analizar al cachorro, encontraron en su estómago la pieza peluda de tejido.

Al principio, se asumión que era un león cavernario, por su pelaje fino de tono amarillo; sin embargo, las pruebas de los expertos en el Museo de Historia Natural de Estocolmo determinaron que no lo era.

“Cuando recuperaron el ADN, no parecía un león cavernario. Tenemos una base de referencia y ADN mitocondrial de todos los mamíferos, por lo que comparamos los datos de la secuencia y los resultados que obtuvimos, era una combinación casi perfecta para el rinoceronte lanudo”, dijo.

Sobre la identidad del cachorro, David Stanton, miembro del equipo, comentó que “normalmente es relativamente fácil notar la diferencia entre los dos (lobo y perro)”.

“Ya tenemos muchos datos de él, y con esa cantidad de datos, esperaría saber si era uno y otro. El hecho de que no podamos podría sugerir que se trata de una población que era ancestral de ambos, de perros y lobos “.

La investigación del mismo equipo sugiere que los perros y los lobos pueden haber divergido de un ancestro común hace unos 40 mil años , aunque algunas razas de perros pueden haberse cruzado con lobos después de ese momento.

Con información de medios 

 

fahl

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