El Coronavirus está dificultando la supervivencia del pueblo indígena wayuu en Colombia, una comunidad vulnerable con más problemas que antes para acceder a la alimentación, el agua y atención sanitaria adecuada, explica un informe de Human Rights Watch y el Centro de Salud Humanitaria de Johns Hopkins.

Las medidas para contener la propagación de Covid-19 han acumulado una presión adicional sobre las comunidades wayuu en el departamento colombiano de La Guajira, debido a que las restricciones de viaje limitan severamente el acceso a los alimentos,
aseguró el informe.

“Las comunidades indígenas de La Guajira no tienen acceso a alimentos suficientes ni al agua necesaria para practicar una higiene básica, incluyendo para lavarse las manos, y la información y acceso a la atención en salud es sumamente deficiente”, dijo el director para las Américas de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco.

El país sudamericano registra hasta ahora más de 422 mil 500 casos de coronavirus y alrededor de 13 mil 800 muertes. En La Guajira, donde viven la mayoría de los wayuu, hay 3 mil 62 casos y algunos integrantes de esa comunidad han resultado infectados.

El presidente Iván Duque declaró desde el 25 de marzo un aislamiento preventivo obligatorio, que se levantará a finales de agosto, y que disminuyó la actividad productiva del país de 50 millones de habitantes.

Antes de la llegada del Coronavirus la inseguridad alimentaria y la malnutrición ya golpeaban a las comunidades wayuu, agravadas por la mala gestión y la corrupción, la migración desde la vecina Venezuela en medio de una crisis humanitaria, y el cambio climático, sostuvo el informe.

ALTAS TASAS DE MORTALIDAD INFANTIL

Aunque Colombia redujo la tasa nacional de mortalidad de menores de cinco años en el último lustro, la tasa en La Guajira se incrementó en ese periodo. En 2019, la tasa oficial de muertes por desnutrición entre niños menores de cinco años en La Guajira fue casi seis veces la tasa nacional. Es posible que la tasa real sea aún más alta, aseguró el estudio.

Con una población de al menos 270 mil personas, los wayuu son el grupo indígena más numeroso de Colombia.

En la Guajira vive alrededor del 7% de la población de Colombia, pero el departamento registra más de 20% de las muertes por desnutrición en niños y niñas menores de cinco años, afirmó el estudio con base en datos del Gobierno. Más del 75% de las muertes por desnutrición en La Guajira corresponden a niños y niñas indígenas.

El 77% de las familias indígenas de La Guajira están afectadas por la inseguridad alimentaria; es decir, que no cuentan con un acceso seguro y permanente a alimentos de calidad en cantidades suficientes para una vida saludable y activa.

Las muertes de niños y niñas menores de cinco años a causa de diarrea —a menudo vinculadas con acceso a agua contaminada o insuficiente para una buena higiene— aumentaron en los últimos años.

“La desproporcionada tasa de muertes por desnutrición en La Guajira, que es cinco veces más alta que el promedio nacional, resalta el pobre acceso a agua y a saneamiento en el departamento”, aseguró el estudio.

Las iniciativas del Gobierno para enfrentar la malnutrición han tenido deficiencias, según el informe, que citó programas de comidas escolares en los que los alimentos suministrados a veces eran demasiado escasos o estaban en malas condiciones, a lo que se suma dificultades de tratamiento médico y lentitud para llevar agua potable a las comunidades indígenas.

EL DATO

1. En La Guajira, donde se concentra la comunidad wayuu registra 3 mil 62 casos de infectados con coronavirus.

2. Sufren una crisis alimentaria, ya que no llegan insumos por la pandemia.

3. Las muertes de sus niños y niñas menores de cinco años ocurren por desnutrición y diarrea al no contar con agua potable para lavarse las manos y consumir.

RELATIVA

Por Reuters

La tribu Kayapó, en Brasil, protesta contra la falta de protección Miembros de la tribu Kayapó bloquearon desde el lunes una ruta clave de transporte de granos en el centro-oeste de Brasil, en protesta por la falta de protección del gobierno contra la pandemia de coronavirus, que ha acabado con la vida de varios de sus ancianos.

Los kayapó, vestidos con pintura corporal de guerreros y tocados en sus cabezas, usaron neumáticos y madera para bloquear el paso de camiones que llevaban maíz por la autopista BR-163, según un testigo de Reuters.

La manifestación generó embotellamientos de camiones en la vía de más de tres kilómetros por lo que decidieron abrir el paso durante unos momentos.

INFRAESTRUCTURA SIN CONSENSO

Los indígenas denunciaron la falta de ayuda del gobierno contra la pandemia y dijeron que protestan también contra el llamado ferrocarril Ferrogrão, que cruzará parte del Amazonas para conectar el estado productor de granos de Mato Grosso con puertos fluviales para la soja y el maíz.

La tribu no fue consultada sobre el ferrocarril, cuya licencia el gobierno espera adjudicar a principios del próximo año. El trayecto unirá Sinop, en Mato Grosso, con el puerto de Miritituba en el río Tapajós, en Pará, creando una ruta de transporte más eficiente.

La vía férrea transcurrirá de forma paralela a la autopista BR-163, que se ha convertido en una ruta importante para la exportación de granos a los puertos fluviales para su traslado a barcos más grandes por el río Amazonas.

La BR-163 fue construida en los años 70 y durante mucho tiempo fue una traicionera carretera barrosa intransitable en la temporada de lluvias, hasta que fue pavimentada por completo este año.

Los kayapó, que viven en las cercanas reservas indígenas de Menkragnoti y Baú, afirman que la carretera llevó enfermedades a sus aldeas, por lo que buscan también una compensación monetaria.

 

 

AR

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