La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), la banca de desarrollo y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) articulan acciones para la inclusión de productores de pequeña y mediana escala del sur sureste del país en los procesos de certificación de centros de acopio, con el acceso a esquemas de financiamiento y a mejores condiciones de comercialización.

Ante el déficit de instalaciones para el acopio y manejo de los productos agrícolas en los territorios del centro y sur, los participantes en el foro en línea: “Propuesta de certificación y financiamiento para la inclusión de centros de acopio de pequeña y mediana escala”, evaluaron líneas de trabajo para la instrumentación de herramientas a favor del desarrollo del sector rural.

Con la representación de la Secretaría de Agricultura el experto en temas de comercialización y almacenamiento, Arturo Puente González, destacó que es interés de la administración federal diseñar herramientas que permitan la inclusión de los pequeños y medianos productores al financiamiento para que cuenten con mejores condiciones de desarrollo y crecimiento.

Precisó que entre los objetivos de este proyecto –con la participación de la FAO y la banca de desarrollo— está la articulación de un modelo de certificación de los almacenes de granos que dé acceso a las herramientas financieras a los operadores de centros de acopio de pequeña y mediana escala, a partir del abatimiento de riesgos operativos y financieros.

La principal herramienta financiera propuesta se sustenta en el uso del esquema de financiamiento, utilizando en garantía las cosechas como Certificados de Depósito, que posibilitan actualización en los procesos y un mejor funcionamiento, refirió Puente González.

Detalló que la meta es proponer un esquema en el que productores y operadores de centros de acopio transiten al cumplimiento de buenas prácticas aplicadas en la operación del acopio y el almacenamiento de granos, lo que fortalece las cadenas de valor e impacta en las condiciones de vida, productividad y desarrollo de las comunidades.

Sin el acceso a estas herramientas, advirtió, los productores ingresan al mercado y a la comercialización de sus cosechas en momentos donde la oferta sobrepasa la demanda del producto, poniendo en una ventaja competitiva a los comercializadores que intermedian las relaciones comerciales.

La representante de la FAO en México, Lina Pohl Alfaro, indicó que este proyecto de colaboración con Agricultura está enfocado en proponer e implementar un modelo financiero que fortalezca el acceso al mercado de los pequeños y medianos productores de granos, observando como producto principal al maíz blanco.

Apuntó que el desarrollo de este modelo busca integrar y vincular a toda la cadena de valor, así como la mediación a nivel institucional que equilibre e integre herramientas que permitan la interacción responsable de cada uno de estos actores.

Puntualizó algunos elementos a desarrollar para integrar a los pequeños y medianos productores y operadores de centros de acopio: análisis de viabilidad y el modelo de agencia de gestión de garantías, a partir de redes integradas por organizaciones de productores; evaluación del papel de las instituciones en el fortalecimiento de la cadena productiva; desarrollo de las regiones; mercados inclusivos y comercialización local.

El director ejecutivo de Apoyo a los Agronegocios del Fideicomiso de Riesgo Compartido (Firco), Héctor Marcué Diego, comentó que en el tema de la implementación del proyecto “Certificación de Almacenamiento e Información Agroclimática” se realizaron pruebas piloto, como la del mecanismo operativo de los centros de acopio de pequeña y mediana escala en el centro y sur del país.

El objetivo principal, dijo, es fortalecer capacidades en los productores y operadores de los centros de acopio, que les permitan en el corto, mediano y largo plazos acceder a otros beneficios, entre ellos la certificación de sus almacenes y a financiamiento.

Lo anterior, abundó, se logra a través de tres herramientas principales: la guía de buenas prácticas para los centros de acopio, el instrumento de autoevaluación en línea y el plan de intervención con los centros de acopio, a través de una serie de talleres de capacitación.

Precisó que para atender la problemática de falta de acceso al financiamiento de los centros de acopio se contrató a expertos de trayectoria nacional e internacional para el diseño de una propuesta complementaria de certificación y financiamiento que permita la inclusión de pequeños y medianos productores rurales.

Este mecanismo se realizó durante junio, julio y agosto de 2020, con la participación de 10 centros de acopio ubicados en los estados de Guanajuato, Michoacán, Tlaxcala, Puebla y el Estado de México.

 

 

AR

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