La venta de vehículos diesel y de gasolina debería detenerse hasta el año 2028 para poder alcanzar en Europa los objetivos de protección climática fijados en París, según un estudio de la organización ambientalista Greenpeace presentado hoy en Berlín.

De acuerdo con el análisis, también deberían prohibirse hasta 2040 todos los vehículos con motor de combustión en las carreteras europeas.

La razón que menciona el sondeo es que las emisiones de gases de efecto invernadero en la mayoría de los sectores de la economía han disminuido en los últimos tiempos, mientras que las emisiones del transporte se mantienen al mismo nivel. Según Greenpeace, en el último año estas fueron un 28 por ciento más altas que en 1990.

Benjamin Stephan, portavoz de Greenpeace, dijo que el transporte en Alemania y Europa era “el rincón descuidado de la protección del clima”.

“El estudio muestra que tenemos que abandonar el motor de combustión mucho más rápido de lo que lo estamos haciendo hasta ahora y al mismo tiempo reducir significativamente el número de coches en general para que el tráfico vaya en congruencia con la protección del clima”, señaló.

Greenpeace propone ampliar el transporte público y la red de carriles para bicicletas a fin de crear alternativas al automóvil y menciona que también los ferrocarriles deberían jugar un papel central en el futuro.

La organización ambientalista opina asimismo que las ayudas económicas solo deberían dirigirse a los productos respetuosos con el clima.

“Quien todavía quiera fomentar los motores de combustión hoy en día está ignorando las consecuencias de la crisis climática y la dinámica global de la industria automotriz”, apuntó Stephan.

El vocero sostuvo que la industria automotriz solo tiene futuro si acepta la protección del clima como un reto y adapta su modelo de negocio.

 

DAMG

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