Con el desarrollo del internet se reconfiguró el mundo de la publicidad y la mercadotecnia, creando nuevos indicadores de estatus social en personalidades hoy denominadas como influencers.

Los influencers suelen ser artistas, empresarios, o líderes de opinión, que las corporaciones eligen después de hacer un análisis frívolo numérico a partir de indicadores como: seguidores, engagement, alcance, etcétera y suelen pagarles por promocionar o patrocinar productos, servicios, negocios y hasta otras personas.

Pero, ¿por qué esta práctica ha sobrevivido sin sufrir demasiadas alteraciones? Según Paul Levinson, un medio logra sobrevivir cuando el cociente de supervivencia es directamente proporcional a su cercanía con el ambiente de comunicación humano pretecnológico. Instagram, por ejemplo, ha logrado sobrevivir porque la captación de imágenes se aproxima al mundo real, el ser humano tiene la capacidad de consumir historias a través de imágenes y ha dejado a los amantes de la fotografía en un nicho ecológico.

Hablar de la supervivencia del medio, no sólo significa definir proporción o cercanía al ambiente de comunicación humano, también se debe preservar la capacidad de extensión a través del tiempo y del espacio, es por ello que la práctica de la economía de la influencia ha sobrevivido pues cuenta con una gran capacidad de convergencia y tiende a reproducir con precisión configuraciones naturales del ser humano.

El propio Marshall McLuhan lo explicó en la tétrade de los medios, pues las recomendaciones de boca a boca no sólo no desaparecieron sino se intensificó en la cultura de la recomendación convergiendo en medios socio digitales como Instagram o Tiktok y logrando que los medios se adapten en su propio ecosistema para poder sobrevivir.

Se puede analizar a los medios digitales desde la ecología de los medios y el prisma de su base biológica que implica la resignificación pre-paradigmática de un concepto que anteriormente se denominaba «estudio de los medios», y que se basaba en el análisis a partir de los contenidos, sin embargo, la ecología de los medios supone un estudio de los efectos sociales, culturales y psíquicos de los mismos.

Los medios y el lenguaje son como organismos vivos, se autoreproducen, evolucionan y compiten entre sí para sobrevivir, este principio darwiniano está basado en la reproducción más que en la manera de comunicarse, es decir, el lenguaje son entidades socioculturales que han evolucionado con respecto a los humanos.

Ejemplo de lo anterior es la evolución del lenguaje hablado al escrito que abarcó entre 50.000 y 100.00 años, la escritura a mano a la imprenta fue de 4.500 años; de la imprenta al procesamiento de textos fue de 500 años; del lenguaje en ordenadores al internet fue de 50 años y la evolución del internet a la web fue de tan sólo 10 años. Esta evolución seguirá avanzando en nuevos formatos basados a partir de la red.

Las narrativas que se propagan por redes como Instagram o Tiktok a través de los influencers, son representaciones socioculturales que constituyen la expresión final de un cambio al entorno que sobrevive y beneficia a quienes aprenden de ella.

Es así como podemos entender por qué los influencers son sobrevivientes mediáticos que se moldean a partir de la lógica de los medios digitales y su evolución.

 

Carlos Miguel Ramos Linares

@cm_ramoslinares