El barco de rescate “Alan Kurdi” de la organización alemana de ayuda humanitaria Sea-Eye rescató el fin de semana a 133 migrantes en el Mediterráneo.

Entre los rescatados de tres embarcaciones precarias se encontraban diez mujeres, incluida una embarazada, así como docenas de niños y jóvenes. Un bebé de cinco meses también estaba a bordo de uno de los barcos, anunció Sea-Eye. El “Alan Kurdi” arribó el domingo a la isla italiana de Lampedusa.

Al parecer, la guardia costera libia acogió al mismo tiempo a numerosas personas. La guardia costera llevó a 128 migrantes a la costa libia, escribió la portavoz de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Twitter. Entre ellos también habría mujeres y niños. La guardia costera no formuló comentarios sobre el tema.

Los migrantes rescatados tuvieron “una suerte increíble” de que la tripulación del “Alan Kurdi” los descubriera, dijo Gorden Isler, presidente de Sea-Eye. Según Sea-Eye, ni los centros europeos de control de rescate ni la guardia costera libia reaccionaron a los llamados de emergencia.

“Toda comunicación con las organizaciones de ayuda ha sido bloqueada y nadie en Europa se siente responsable de estas personas. Son entregados a los libios o al mar”, dijo Jan Ribbeck del centro de operaciones de Sea-Eye. “Ninguna autoridad responde a las peticiones del capitán. No hay respuestas de Libia, Italia, Malta o Alemania”, tuiteó.

El “Alan Kurdi” ha vuelto al Mediterráneo hace una semana. Las autoridades italianas habían retenido la nave en mayo por supuestos defectos técnicos. Más tarde, el barco fue autorizado a navegar a un puerto español, cerca de Valencia, para su mantenimiento. Hace una semana, las autoridades españolas concedieron permiso para que el barco zarpara nuevamente.

Refugiados y migrantes siguen intentando desde Libia el peligroso cruce a Europa. Según la OIM, más de 590 personas murieron en el Mediterráneo este año.

 

DAMG

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