La mejor manera de honrar a los compañeros que cayeron en el sismo de 1985, es seguir dando un paso al frente, levantar la mano y asumir los riesgos de la atención a los enfermos, a pesar de los retos y dificultades, como la pandemia del Covid-19, señaló el director general del Hospital Juárez de México, Martín Antonio Manrique.

Al rendir homenaje a las víctimas del terremoto ocurrido hace 35 años y que colapsaron la torre de hospitalización de once pisos del Hospital Juárez, el doctor Manrique reconoció el dolor que viven algunos trabajadores del hospital “hay dolor, al recordar esa tragedia que cobró la vida de médicos, enfermeras, trabajadores de servicios generales, pacientes y sus familiares”.

Relató que muchos de los sobrevivientes, que quedaron atrapados varios días bajo los escombros del edificio continúan laborando y representan el ejemplo a seguir, porque nunca se rindieron. Los testimonios y las historias de esos compañeros sobrevivientes, nos enorgullecen y nos dan hoy sentido de pertenencia.

En la ceremonia, celebrada en la Plaza Conmemorativa del HJM, a las 7:19 horas, a la misma hora en que inició el temblor del 19 de septiembre de 1985, elementos de Protección Civil accionaron la sirena y la Banda de Guerra de la Policía Auxiliar interpretó el Toque de Silencio, que estremeció a todos los asistentes.

Durante el ceremonial, el doctor Martín Antonio Manrique, acompañado de los doctores Gustavo Lugo Zamudio y Mónica Cuerpo Díaz; la enfermera Blanca Estela Cervantes Guzmán, y el licenciado Miguel Ángel Torres Vargas, colocó una ofrenda floral, y encabezó la guardia de honor en el monumento que contiene todos los nombres de quienes murieron en ese día.

Posteriormente, el Director General del HJM mencionó que en esta fecha se recuerda también el 31 aniversario de la inauguración del Hospital Juárez de México, que atiende al sector social más desprotegido a través de 47 disciplinas médicas.

Dijo que como ocurrió el 23 de agosto de 1847, en que el Convento del Colegio de San Pablo se reconvirtió en el Hospital de San Pablo, para atender a los heridos de guerra durante la Invasión Norteamérica,  “una vez más, nuestra institución demostró su capacidad de respuesta ante la crisis sanitaria por la pandemia del Covid-19 en el 2020”.

Recordó que fueron uno de los primeros cuatro hospitales que en todo el país designados Covid-19, y para dar respuesta a las necesidades originadas por la enfermedad, se habilitaron 176 camas para la atención de los pacientes infectados.

 

 

AR

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