Piso 17 por Álvaro Ramírez Velasco
Aunque se pueden documentar las deficiencias como estadista y jefe de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, aún no hay datos que nos lleven a pensar que esas incapacidades se trasladan a sus cualidades como estratega político.
Apenas ha comenzado formalmente este 7 de septiembre el Proceso Electoral Federal 2020-2021, que tiene cita con las urnas el 6 de junio del próximo año, para las elecciones concurrentes más grandes de la historia del país, y ya se está evidenciando el tejido fino que, desde Palacio Nacional, se arma, se instruye o se fomenta.
Posiblemente pocos ojos son capaces de notar que, prácticamente, se ha desactivado la posibilidad de una gran alianza opositora contra el lopezobradorismo.
Hoy está casi enterrada una coalición total o parcial que encabece el Partido Acción Nacional (PAN), y que sume a Movimiento Ciudadano y Al Partido de la Revolución Democrática (PRD).
El primero ha encarecido su apoyo y le ha puesto precios, en candidaturas, dinero y posiciones, muy altos y que no vale.
En tanto, el instituto del Sol Azteca está muy cerca de sellar una alianza con en Revolucionario Institucional (PRI), en varios de los 300 distritos de mayoría relativa del país.
El panismo -el verdadero opositor al tabasqueño- en solitario, o casi, irá debilitado.
Quienes se desgastaron con la presunción de que el tricolor se aliaría con el panismo para conformar el Bloque Amplio Opositor (BOA), para “derrocar” al lopezobradorismo en su elección intermedia de sexenio, han fallado en su pronóstico.
Ese parecía el camino, cuando el mes pasado el PRI reformó sus estatutos para poder aliarse incluso con institutos de ideología diferente.
Todos vieron un PRI-AN, pero había detrás más bien un PRI-Mor, pues la alianza, incluso parcial, del tricolor con el PRD beneficia al actual régimen.
En paralelo, el menguado Movimiento Regeneración Nacional (Morena) conservará su alianza formal con el Partido del Trabajo (PT) y construye la alianza, de facto o en las boletas, también con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
Mientras, está por escribirse en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) la última palabra sobre los registros de los nuevos partidos que, aunque rechazó el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE), la decisión puede revertirse.
Entre esos aspirantes, hay también aliados del presidente. No se debe perder de vista esa decisión.
Los regímenes caudillistas y unipersonales de la historia, toda, del mundo, todo, cuando se presenta a las urnas es porque tienen garantía milimétrica -o así lo creen- de éxito.
¿Por qué debiera el de Andrés ser diferente?