El número de tarjetas de crédito (TDC) que circulan en el país continúa en disminución gracias a la pandemia del coronavirus, ya que a julio de 2020 se registraron 28 millones 142 mil 460 plásticos, igual a una reducción de un millón 49 mil 845 tarjetas en comparación al total de tarjetas registradas a inicios de año, de acuerdo con información de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).

Según el organismo regulador, al séptimo mes del año, el saldo de esta cartera fue de 359 mil millones de pesos, lo que implicó una reducción de 10.9% con relación al mismo lapso de 2019 cuando se tuvo un acumulado de 389 mil millones de pesos.

Y es que el declive en las TDC comenzó a finales del primer trimestre de 2020, pues en febrero se tuvieron 29 millones 168 mil 251 tarjetas y para el siguiente mes solo existieron 28 millones 720 mil 807 plásticos. Así, hacia el cierre del primer semestre circularon 28 millones 223 mil 675 piezas.

De hecho, durante este periodo también existió un repunte en el índice de morosidad (IMOR) de dicho segmento, el cual llegó a 5.15% a marzo pasado, mientras que para abril y mayo se tuvo un nivel de 5.60 y 5.76%, respectivamente. Este último indicador fue el más alto desde octubre de 2017, cuando el IMOR de las TDC fue de 5.75%.

Cabe señalar que del total de tarjetas activas al séptimo mes del año, 20 millones 419 mil 261 se concentraron en los seis bancos más grandes del sistema financiero mexicano, como Citibanamex, Banorte, BBVA México, HSBC, Santander y Scotiabank.

Para Elisa Madrigal, analista económica, la disminución en las TDC obedeció a que los ingresos salariales de las personas resultaron afectados debido a la contingencia sanitaria, por lo cual se vieron obligados a priorizar gastos esenciales, como despensas, servicios para el hogar, pagos de colegiaturas, entre otros.

Añadió que la cancelación de esas tarjetas también estuvo asociada a la incertidumbre de la permanencia laboral, ya que muchas empresas recortaron plazas de trabajos.

“La gente se volvió más cautelosa por la pandemia. Sin embargo, la caída en los plásticos pudo ser más grande si los bancos no hubiesen implementado sus programas de diferimiento de pagos”, destacó.

A decir de Ignacio Martínez Cortés, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN), dicho comportamiento continuará en lo que resta de 2020 en tanto no se tenga una vacuna o la gente recupere la confianza para salir a la calle y consumir en establecimientos.
Consideró que, a pesar de una reactivación económica, no se tendrá el mismo ritmo en el uso o contratación de plásticos previos a la pandemia.

Dato: 
5.76% fue el Índice de Morosidad de las TDC en mayo

 

LEG

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