Taxistas de Lanzhou, capital de la provincia china de Gansu recibieron la orden de eliminar sus tatuajes para evitar que los pasajeros se sientan incómodos.

En agosto funcionarios de transporte de la ciudad lanzaron una campaña para mejorar la imagen de los taxistas locales por lo que comenzaron a implementarse nuevas medidas.

La orden coincidió con los esfuerzos a nivel nacional para frenar la creciente popularidad de los tatuajes entre las generaciones más jóvenes.

Un conductor en desacuerdo manifestó en un foro gubernamental en línea una refutación contra la disposición.

“Al solicitar nuestro permiso de conducir, presentamos documentos que demuestran que no tenemos antecedentes penales…Nuestros tatuajes no nos convierten en malos y criminales”, expuso el conductor.

Señaló que quitarse los tatuajes era doloroso y costoso, además consideró que es un acto discriminatorio.

Con información de The New York Times.

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