SANTIAGO.- El rinoceronte Oliver, el lémur Rey Julien y el pingüino Chilly Willy están buscando aportes de dinero que les permitan subsistir en un zoológico de los suburbios de la capital chilena.
El estallido social de octubre de 2019, sumado a la pandemia de Coronavirus, ha puesto en números rojos al popular Buin Zoo, que lanzó una campaña para levantar fondos para alimentación, mantenimiento y controles veterinarios para los 2 mil 500 animales que alberga.
“Llevábamos ya seis meses con el parque cerrado, sin público, después de haber tenido una crisis social importante el año pasado que nos llevó a tener un tema financiero muy grave al cierre del año y partir marzo muy debilitado”, dijo Ignacio Idalsoaga, director del centro.
“Elegimos a 15 de nuestros animales emblemáticos. Comenzamos en una forma, al principio, muy poco estructurada (…). Hoy día ya tenemos una estructura que hace que esto sea muy fluido, muy fácil de hacer”, agregó.
Mientras las amplias instalaciones muestran la evidente ausencia de visitantes, los cuidadores continúan con la atención en espera de una próxima reactivación del flujo de personas.
“Nos da lástima ver que están sufriendo tanto con esta cuarentena, por el Coronavirus. Y también nos da lástima saber que no tenían fondos para mantener bien a los animales y por eso decidimos apadrinarlos”, dijo el profesor Carlos Casanova, quien se sumó a la iniciativa con su familia.
El Buin Zoo es un centro de costoso mantenimiento debido al tipo de animales y consumo de comidas especiales que requieren.
Las autoridades sanitarias empezaron desde agosto un paulatino desconfinamiento, principalmente en la capital, luego de las cuarentenas y otras restricciones para contener el virus, que suma más de 430 mil contagios y más 11 mil 800 fallecidos.
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