El Gobierno transitorio de Bolivia promulgó el 13 de agosto la ley que fija para el próximo 18 de octubre como la fecha límite para celebrar elecciones generales, esto en plena crisis sanitaria por el Covid-19, que ha dejado en la nación 120 mil contagios y más de 5 mil decesos, y en un intento por acabar con las protestas en reclamo de comicios, pues el país plurinacional ha debido posponer dicho ejercicio, originalmente planteados para el pasado 3 de mayo.

A finales del 2019, Bolivia fue escenario de violentas protestas en contra y a favor de la reelección del expresidente centroizquierdista Evo Morales, quien finalmente abandonó el poder presionado por las Fuerzas Armadas. La conservadora Jeanine Áñez asumió como presidenta interina para cubrir el vacío político. Hoy arrancan las campañas electorales, y uno de los candidatos es Jorge Quiroga.

En enero renuncia como Delegado ante la Comunidad Internacional del Gobierno de Áñez. Después señala que ella prefirió “hacer campaña que hacer historia”. ¿A qué se refería?

-Tras el fraude de Evo (elección de octubre 2019), él, su vicepresidente, y la presidenta del Senado, renunciaron. Por eso Áñez, quien era vicepresidenta segunda del Senado, llega al cargo; porque eso decía la sucesión constitucional. Fui a la OEA y al Mercosur para explicar que la sucesión era legítima y tenía un solo fin: hacer elecciones democráticas. Y eso dijo Áñez. Pero cuando ella entra en campaña (para quedarse en el cargo), renuncio. Siempre me opondré al uso del gobierno para hacer campaña. Lo hice cuando Evo intentó su tercera reelección, y no me puedo callar cuando Áñez hace lo mismo.

¿El apoyo que ha recibido Evo de México y Argentina afecta a una Bolivia en plena crisis política?

-Se lastima a Bolivia cuando los gobiernos de México y Argentina tildan lo que pasó de un “golpe”, cuando el 10 de noviembre (de 2019) el propio Evo pidió anular su fraude y llamó a nuevas elecciones. Defender eso, por parte de gobiernos electos democráticamente, es terrible. ¿Por qué respaldar a alguien que viola la Constitución; que busca un cuarto mandato cuando sólo hay dos; que desconoce un referéndum; que protege al narcotráfico? Era comprensible que Cuba y Venezuela lo hicieran, ¿pero México y Argentina?

En semanas recientes ha habido más de cien bloqueos carreteros de grupos afines a Evo. ¿Por qué los llamó “un crimen de lesa humanidad”?

-Evo se hizo defendiendo la producción de coca en el trópico de Cochabamba y, según 13 o 14 informes de la ONU, la de esa región se usa para cocaína. Para ello siempre recurrió a bloqueos.

Ahora, en plena pandemia, manda a bloquear el paso de cisternas de oxígeno a los hospitales. La cifra de muertes por eso que yo conozco, es de 30 o 40. Esperemos el informe oficial. Pero el Estatuto de Roma, el cual Bolivia firmó, tipifica “exterminio” como crimen de lesa humanidad ¿Y cómo define “exterminio”? Privar de medicinas o alimentos a la población. Justo lo que hace Evo.

Usted y Luis Camacho, candidato presidencial de “Creemos”, han propuesto eliminar la reelección presidencial consecutiva. ¿Qué ventajas traería?

-Propongo que volvamos al sistema antes de Evo; es decir, sin reelección inmediata. Estoy abierto a la reelección no consecutiva como en Chile, pero la inmediata ha sido el veneno de la democracia en Latinoamérica. Es la que obliga al populismo y a cooptar instituciones. Hace años me gustaba el sistema de Argentina, de Brasil, de EE. UU., de sólo una reelección inmediata. Pero en Bolivia, cada vez que se abría esa puerta, ahí estaba Evo.

Después de sus campañas de 2005 y 2014, ambas contra Evo, busca otra vez la presidencia. ¿Cuál es su principal propuesta?

-Estamos proponiendo hacer de Bolivia el corazón verde-digital de Sudamérica. Tenemos buen potencial geotérmico (energía renovable producida por el calor del subsuelo); tenemos gas, que produce menos emisiones; tenemos un potencial enorme en hidroelectricidad por la caída del agua en las cordilleras. Y también tenemos la mitad de litio mundial, y por eso también el enfoque digital. Debemos manufacturar acá las baterías de litio, con justicia y sin corrupción, y también establecer acá los centros de datos de Amazon Web Services o de Microsoft Azure para Sudamérica.

The New York Times dice que la cifra real de muertes por Covid-19 en Bolivia supera las 20 mil; cinco veces más que la oficial. Esto haría del país uno de los peores en muertes por millón de personas. ¿La frágil legitimidad de Áñez no ha permitido una buena coordinación entre autoridades?

El sistema heredado de Evo tenía muchos problemas y corrupción, pero entendamos algo: Bolivia es el único país en Latinoamérica que está en medio de un periodo extraconstitucional de gobierno, gracias al fraude de 2019. Inicialmente se iba a tener un nuevo gobierno en enero, pero se alargó a mayo y luego a octubre por la pandemia, y esto pasó también con las elecciones para los otros niveles (departamentos, alcaldías, el Legislativo, etc.) Esto produjo una debilidad estructural en el gobierno cuando llegó el Covid-19, ya que no se pudo convocar a buenos profesionales porque, originalmente, iban a estar sólo tres meses. La ingobernabilidad que produjo el fraude ha sido terrible para la coordinación.

FRASE
“Se lastima a Bolivia cuando los gobiernos de México y Argentina tildan lo que pasó de un ‘golpe’, cuando (…) el propio Evo pidió anular su fraude y llamó a nuevas elecciones. Defender eso, por parte de gobiernos electos democráticamente, es terrible”
Jorge Quiroga
Candidato presidencial en Bolivia

PERFIL 
Jorge Fernando Quiroga Ramírez (Cochabamba, 5 de mayo de 1960), también conocido como ‘Tuto’ Quiroga.

* Fue el 62 presidente de Bolivia, de agosto de 2001 a agosto de 2002

* Es candidato a la presidencia de Bolivia por la alianza ‘Libre 21’, conformada por los partidos políticos Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) y Movimiento por la Soberanía (MPS)

* Después de su bachillerato en el colegio La Salle de Santa Cruz estudió en Estados Unidos. Se graduó como Ingeniero Industrial de la Universidad A&M de Texas, y cursó una Maestría en Administración de Empresas en la Universidad St. Edward’s, de Austin

* Ya fue candidato presidencial en 2005 y 2014

LEG

Ver nota original