Erica Kious, la mujer responsable de filtrar el video de Nancy Pelosi sin cubrebocas entrando a su salón de belleza, denuncia amenazas que ha recibido por estos actos.

La mujer residente de San Francisco detalló que ha vivido ahí durante 12 años, dijo que se decidió a difundir las imágenes de Pelosi porque estaba enojada con ella, sin embargo, no tenía que ver con ninguna preferencia política.

“Esto no es ni siquiera político. Es el hecho de que ella realmente entró y no tenía una máscara puesta. Sólo pensé en mi personal y la gente que no podía trabajar, ganar dinero. Si ella está allí cómodamente sin máscara y se siente segura ¿por qué nos cierran? ¿por qué no puedo recibir clientes?”, expresó la dueña del local.

Luego de hacer públicas dichas imágenes, Kious dio a conocer que está recibiendo menajes que amenazan con quemar su peluquería, incluso, dice que hay comentarios que atentan contra su vida.

“Lo difícil de todo esto es que llevo 12 años en esta comunidad y desde que esto sucedió no he recibido más que mensajes de texto de odio, amenazas de muerte. Van a quemar mi peluquería, mi página se llenó de malas críticas. Es triste que mi comunidad esté haciendo esto”.

Cabe resaltar que Pelosi explicó que todo se trató de una trampa, pues ella no estaba consciente de que debía usar el cubrebocas en todo momento, ya que era por citas individuales.

“Asumo la responsabilidad de confiar en la palabra de un salón en el que he estado muchas veces a lo largo de los años, y que cuando dijeron ‘podemos acomodar a las personas una a la vez’, creí. Como resultado, fue una trampa. Asumo la responsabilidad de caer en una trampa”.

“Acabo de lavarme el pelo. No uso mascarilla cuando me lavo el cabello. ¿Usas mascarillas cuando te lavas el cabello? siempre tengo cubrebocas”.

Ante esto, Ericka indicó que no fue una trampa, incluso detalló cómo se agenda la cita.

“Su asistente había concertado la cita, por lo que la cita ya estaba reservada, así que no había forma de que yo pudiera haberla fijado. Y he tenido un sistema de cámara allí durante cinco años. Quiero decir, no entré allí y encendí las cámaras tan pronto como llegó”.

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