La adaptación a la nueva normalidad para impartir clases de educación física a estudiantes de educación física requirió de ingenio para aprovechar la modalidad a distancia, afirmó Guillermo Lobato, profesor de cardio box para niños en el Colegio Reims.

“Este es mi segundo año ahí, el año pasado (la clase) era totalmente presencial. Es un deporte de contacto, entonces se aprende haciéndolo y obviamente es con golpes. Cuando pasó lo de la pandemia nos dijeron: pues ahora van a ser clases en línea. Al principio dudé un poco porque aprendiendo el box es muy personal, de estar con tu coach”, dijo a 24 HORAS el entrenador.

A sus 29 años, Lobato tiene más de una década de experiencia en disciplinas como calistenia, gimnasia, artes marciales mixtas, yu yitsu y coaching, y fue por medio de experimentación y análisis de las circunstancias particulares de sus alumnos que dio con la manera ideal para implementar sus clases.

“Quería que fuera más dinámica, más completa, que realmente sintieran el cansancio; lo que hice durante unos meses fue probar rutinas, con un poco de box y un poco de bodyweight, que son ejercicios corporales con tu propio peso, porque no sabía si algunos alumnos no tenían equipo.

Entonces esa era otra barrera, porque no todos van a tener un costal, o guantes o las vendas”, explicó.

Lobato, quien también ingresó a la licenciatura de acondicionamiento físico y fitness, imparte clases a 26 estudiantes de educación básica y comenta que un aspecto sorprendente fue que aumentó el número de niñas que se han sumado a la disciplina que él imparte.

Sobre las dificultades de impartir clases en esta modalidad, Guillermo comenta que, el lag es afortunadamente lo único que complica sus labores y lo demás es cuestión de imaginación.

“El año pasado casi todos los alumnos inscritos eran hombres, solamente había dos niñas, este año ya ingresaron más niñas, yo creo por lo mismo de que no hay contacto y que no es tan agresivo como el box en general”, dijo el entrenador.

LEG

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