A la incertidumbre mundial por la pandemia del coronavirus se sumó este fin de semana la posibilidad de un conflicto armado entre Azerbaiyán y Armenia, naciones de Asia y Europa del Este cuyo enfrentamiento podría arrastrar a Turquía y a Rusia. La administración del turco Recep Tayyip Erdogan ya ofreció su apoyo a Azerbaiyán “por todos los medios”.

Los combates en la frontera entre ambos países (los más cruentos desde 2016), enfrentados desde el derrumbe de la Unión Soviética por el montañoso enclave del llamado Alto Karabaj, se intensificaron el fin de semana y han dejado casi 20 muertos, según agencias.

“Los desencuentros se producen tras duras acusaciones cruzadas de ataques contra la población civil en ambos países en las que se habrían producido muertos, aunque no hay confirmación oficial”, relataba el diario El País.

Los choques entre las dos exrepúblicas soviéticas, que libraron una guerra en los años 90, fueron los últimos de un largo conflicto por el control de Nagorno Karabaj, una región separatista en el interior de Azerbaiyán gobernada por la etnia armenia.

Desde dicho territorio se informó que 16 de sus soldados perecieron y más de 100 resultaron heridos, después de que Azerbaiyán lanzó un ataque aéreo y artillero. Armenia y Nagorno Karabaj declararon la Ley Marcial y movilizaron a su población masculina.

Azerbaiyán, que también declaró esa ley, dijo que sus fuerzas respondieron a bombardeos armenios y se hicieron con el control de siete aldeas, aunque Nagorno lo negó. La fiscalía azerí dijo que cinco miembros de una familia perecieron bajo los bombardeos armenios.

Los enfrentamientos provocaron una ola de iniciativas diplomáticas para evitar la reactivación de un antiguo conflicto entre Armenia, de mayoría cristiana, y la musulmana Azerbaiyán. Rusia pidió un alto el fuego inmediato, en un sentido menos confrontativo.

LOS BANDOS
“¡Defendemos nuestro territorio, nuestra causa es correcta!”, afirmó el presidente azerí, Ilham Aliyev, en un discurso a la nación.

Turquía dijo que está en contacto con los miembros del Grupo de Minsk, que media entre Armenia y Azerbaiyán. Rusia, Francia y Estados Unidos son copresidentes.

El presidente ruso, Vladimir Putin, habló por teléfono con el primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, pero no se facilitaron detalles de la conversación.

 

LEG

Ver nota original