No había yo escrito desde el domingo de hace una semana, cuando en la noche nos enteramos con sorpresa que el PRI había arrasado en la elección para diputados en Coahuila y ganado los principales municipios de Hidalgo.
En Coahuila e Hidalgo hay Gobernador priísta y son expertos operadores electorales que no iban a permitir que su partido perdiera. Es complicado que el partido de un gobernador pierda pues meten bastante dinero a la campaña y la compra de votos. No nos hagamos tontos, así es y siempre ha sido con complacencia de Institutos Electorales locales que generalmente están al servicio… del gobernador en turno. El PRI ganó en Hidalgo los principales ayuntamientos, pero no la mayoría de Municipios. Los priístas festejaron a rabiar, pues es la primera buena noticia que tienen en varios años. Pero que no hagan cuentas de la lechera. Fueron victorias muy locales y con circunstancias muy a su favor.
No ganó Morena y no hubo una votación masiva para sus candidatos como en 2018. Pero el que verdaderamente se cayó y resultó un desastre fue el PAN. En ambos Estados había disputado la gubernatura anteriormente y perdido por muy pocos puntos porcentuales. Los líderes del PAN son los que deben estar preocupados, pues en todo el país se registra un notable descenso en las preferencias para su partido y sigue estando en segundo lugares en la mayoría de Distritos (federales) del país.
Tomando en cuenta lo anterior, parecería fácil concluir tres cosas:
- El PRI está de regreso y puede volver a ganar elecciones en distintos sitios y un buen día hasta recuperar la Presidencia de la República.
- El PAN está perdido y perderá irremediablemente las siguientes elecciones.
- MORENA ha desencantado a los electores en México y va a perder la próxima elección.
Y las tres afirmaciones no son ciertas completamente.
El PRI no está muerto en muchos Municipios y distritos. Es lógico, gobernó 70 años y resucitó en 2012. Eso no significa que hoy el PRI esté en su mejor momento. En todas las encuestas del BEAP se ha caído a lejanos terceros lugares y sus pre candidatos ya no jalan a casi nadie.
El PAN ronda siempre segundos lugares en preferencias en casi todo el país. Tiene simpatizantes y cuando lanza buenos candidatos, sus seguidores sí salen a votar. Todo lo contrario cuando insiste en lanzar a los mismos de siempre… sus simpatizantes no es que voten por otro partido, simplemente no salen a votar.
Morena ya no está en su mejor momento. El 2018 no volverá a ocurrir nunca y jamás estará en las boletas otra vez su líder, Andrés Manuel López Obrador. La gente ya no votará masivamente por MORENA ni en 2021 ni en 2024.
Pero de eso a que “estén acabados”, es solo una arenga de los del “FRENAA” que sueñan con eso, más que ser una realidad. En la enorme mayoría de donde andamos midiendo, Morena sigue arriba como partido político y sólo baja cuando lo medimos con sus peores aspirantes.
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Al Pie de la Letra por Rodolfo Rivera Pacheco