El historial oculto de José Juan Espinosa, diputado local del Partido del Trabajo, permite ver una larga lista de irregularidades cometidas durante su actividad como funcionario gubernamental y como líder partidista, en el Partido Convergencia, ahora Movimiento Ciudadano.
De la forma y método de trabajo documentada a lo largo de los años asoma una conducta sistemática que equipara al conflicto de interés, tráfico de influencias, corrupción y lavado de dinero. Hasta ahora ninguno de los últimos tres gobiernos estatales había querido fincar responsabilidad ante la presencia de un arquetipo de delincuencia de cuello blanco.
Desde su posición como servidor público en la entonces Secretaría de Finanzas y Desarrollo Social, en el periodo el que el entonces priista Rafael Moreno Valle era titular, decidió vender servicios de asistencia final a ediles de la zona metropolitana con una empresa de su propiedad ‘Velatorios Asis Asistencia de Servicios Funerarios SA de CV’ con sedes en San Pedro Cholula, San Andrés Calpan y la capital de Puebla.
Haberlo sorprendido haciendo negocio desde la oficina de Enlace con ediles de los 217 municipios en el lejano 2003 propició el primer desencuentro con el titular de la Secretaría, que luego sería candidato al gobierno del estado con el cobijo del Partido Acción Nacional: Rafael Moreno Valle.
En ese año también se le encontró responsable de la sustracción de equipo de cómputo y telefónico con daño patrimonial a la Sefiplan, por lo que la Secretaría de la Contraloría y Desarrollo de la Administración Pública (Secotrade) integró el expediente 16/2003.
Fue inhabilitado por la desaparición de un teléfono celular y por una computadora portátil; sin embargo, un acuerdo político que involucró a los ex gobernadores Mario Marín Torres, Melquiades Morales y Moreno Valle, se archivó dicho expediente y se le permitió en 2004 ser diputado local por la vía plurinominal por Convergencia.
No fue el único expediente de irregularidades que lo hizo negociar con la clase política, muy por arriba de su perfil en la escena local. Como líder juvenil en el país del partido de Dante Alfonso Delgado Rannauro, también encontró pronto la forma de beneficiar las empresas de su familia.
En ese periodo sorprendió a la dirigencia nacional y al propio Instituto Federal Electoral (ahora INE) el monto de prerrogativas utilizado para la adquisición de neumáticos para vehículos que Convergencia ni siquiera había dispuesto para el territorio poblano. Llantas había para vehículos inexistentes.
La proveedora fue otra vez una empresa familiar: Servillantas San Francisco SA de CV, cuyos propietarios son el propio Espinosa Torres y su padre, Juan Espinosa Técuatl ex regidor en San Pedro Cholula.
El cargo como líder nacional de las juventudes de ese partido había sido, una vez más, un acuerdo político entre Delgado Rannuro, Luis Maldonado Venegas, fallecido en 2019 y el propio Moreno Valle, también muerto en diciembre de 2018, de quienes despotricó como candidato a una diputación local de la coalición Juntos Haremos Historia.
Parabolica.mx por Fernando Maldonado