Una cámara de televisión controlada mediante inteligencia artificial confundió repetidamente durante la transmisión del futbol escocés de primera división a la cabeza de un árbitro calvo con el balón de juego.

En diversas ocasiones mientras se desarrollaba el partido, la cámara de televisión dejó de seguir al balón de futbol para enfocarse en la cabeza del silbante.

La cámara estaba programada para seguir de forma automática al balón, evitando la necesidad de un camarógrafo.

El problema fue que la cámara no encontraba diferencias entre el esférico y la cabeza sin cabello del árbitro, lo que impedía a los aficionados seguir la acción del partido.

Escocia se encuentra bajo estrictas medidas de distanciamiento social ante la segunda ola de coronavirus, por lo que el estadio Caledonian se encontraba sin espectadores.

Al no haber público, la transmisión televisiva era la única manera que tenían los fanáticos para seguir el partido entre Iverness y el Ayr United, lo que resultó un dolor de cabeza de 90 minutos y los comentaristas tuvieron que disculparse continuamente a causa de este imprevisto.

 

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