16 de octubre de 1988, los Dodgers de Los Ángeles ganaron su segundo juego de la Serie Mundial ante los favoritos Atléticos de Oakland; un día después del mítico batazo de Kirk Gibson ante Dennis Eckersley que dejó tendidos en el terreno a los hombres de Tony La Russa, Orel Hershiser prosiguió su mágica campaña (había superado la marca de Don Drysdale de más innings lanzados sin permitir carrera limpia), además de que llegaba como el MVP de la serie de campeonato ante los Mets. Ante Oakland, Hershiser lanzó juego completo de 3 hits, 2 bases por bolas, 8 ponches para blanquear a los Atléticos y permitir que el bateo le pegara a Storm Davies incluyendo cuadrangular de tres carreras de Mike Marshall.

En su camino al juego completo, Hershiser enfrentó cuatro veces a Carney Lansford (le dio una base por bolas), a Dave Henderson a quien ponchó en dos ocasiones, a José Canseco a quien dominó las cuatro ocasiones y al veterano Dave Parker quien fue el que más daño le hizo porque le pegó los tres hits. El resto del orden del bat de Oakland, incluyendo a Mark McGwire, vio a Hershiser tres veces y no pudo lastimar al apodado “bulldog”. Sólo Glenn Hubbard recibió una base por bolas https://www.youtube.com/watch?v=nKwn4x7x9_Q.

Cuatro días más tarde, el 20 de octubre, Hershiser les repitió la dosis a los Atléticos con otro juego completo donde aceptó cuatro hits, dio cuatro bases por bolas, permitió dos carreras y ponchó a 9 para que los Dodgers ganaran 5-2 y aseguraran el campeonato de la Serie Mundial (su último hasta el que consiguieron el martes pasado). Stan Javier produjo las dos carreras de los Atléticos al pegarle un hit a Hershiser, Lansford le dio dos imparables y Tony Phillips agregó el otro, en un orden al bat que dio cuatro vueltas https://www.youtube.com/watch?v=Nhlsu7vY6dw.

27 de octubre de 1991 en el séptimo y decisivo juego de la Serie Mundial entre los Mellizos de Minnesota y los Bravos de Atlanta, el veterano Jack Morris (que ya había ganado una Serie Mundial como una de las figuras de los Tigres de Detroit en donde el poblano Aurelio López se acreditó la victoria en el quinto de la Serie para darle el título a su equipo) y el joven John Smoltz se enfrascaron en un duelo para la historia. Smoltz lanzó 7 entradas y un tercio con seis hits, una base por bolas y cuatro chocolates, mientras que Morris fue toda la ruta, pero el juego se mantuvo empatado 0-0 y requirió de los extra innings para decretar al triunfador.

Morris llevaba 118 lanzamientos a home, pero el manager, Tom Kelly, lo mandó al décimo inning, “El Gato” cerró el partido con pelota de 7 hits, 2 bases por bolas, sin carrera y 8 ponches en 126 pitcheos para que en la parte baja del décimo episodio y ante Alejandro Peña los Mellizos fabricaran la carrera de la victoria, cuando Dan Gladden pegó doblete pese a que su bat se rompió, Cluck Knoblauck se sacrificó para avanzar al corredor a tercera, Kirby Puckett y Ken Hrbek recibieron bases por bolas intencionales para llenar las bases con un  out y el emergente Gene Larkin pegó un batazo profundo que picó para impulsar la carrera de la diferencia y darle el campeonato a los Mellizos. Morris enfrentó cuatro veces a los bateadores de Atlanta y a Terry Pendleton, 5 https://www.youtube.com/watch?v=oQolx1l5U5Q.

8 de octubre de 1956, Don Larsen lanzó el único juego perfecto en la historia de la Serie Mundial, por ello, es juego completo sin hit ni carrera, sin bases por bolas y siete ponches. Enfrentó al orden al bat de los Dodgers en tres ocasiones y sólo Jackie Robinson, Sandy Amoros y Carl Furillo no se poncharon ante él. Su rival de montículo, Salvatore Maglie (quien fue figura de los Pericos de Puebla a finales de los años 40 antes de regresar a Grandes Ligas), lanzó juego completo de 8 entradas (ya que los Yankees eran locales) con pelota de cinco hits, dos carreras, dos bases por bolas y 5 ponches, enfrentó en cuatro ocasiones a Hank Bauer y a Joe Collins y a los demás tres veces. Recibió cuadrangular solitario de Mickey Mantle y Bauer impulsó la otra. (Con información de Baseball Reference https://www.baseball-reference.com/postseason/) https://www.youtube.com/watch?v=roZUjcYj95k&t=42s.

Seis ejemplos de labores largas de pitchers en Serie Mundial, una de ellas mítica, y las otras claves para darle las victorias a sus equipos en el “Clásico de Otoño”, seis gemas que en este tiempo hubieran sido imposibles de ver por la sabermetría que ha convertido a los managers en prisioneros de las estadísticas. Esa palabra se define como el análisis científico y objetivo del beisbol, basado en la estadística; Bill James se considera el padre de la sabermetría cuyo origen en inglés es un acrónimo de la Society for American Baseball Research, SABR; los que se dedican a la sabermetría no son managers, sino que literalmente son egresados de las universidades más prestigiadas de Estados Unidos quienes se han unido a las franquicias del beisbol para darles ese toque científico.

Kevin Cash reconoció que no quería que Blake Snell enfrentará por tercera vez al orden al bat de los Dodgers en el juego que las Rayas de Tampa Bay terminaron perdiendo 3-1 para que el equipo de Los Ángeles se coronara campeón. En el sexto episodio, las Rayas ganaban 1-0 con el cuadrangular de Randy Arozarena, Snell llevaba una seguidilla de nueve retirados en fila, pelota de un hit, nueve ponches, sin bases por bola cuando Austin Barnes le pegó un sencillo al jardín central para colocar hombre en primera con un out. Cash decidió sacar a su abridor para que no viera por tercera vez a Mookie Betts y Corey Seager, porque la sabermetría indicaba que el porcentaje de bateo de los rivales crece cuando ven por tercera ocasión al abridor; Snell se molestó pero  no pudo convencer a su manager que olvidó que Betts y Seager se habían ponchado dos veces frente a Snell y luego fue por su mejor relevista en temporada regular, Nick Anderson, pero que había empatado una marca de postemporada al recibir carrera en seis apariciones consecutivas.

¿Si la sabermetría mide todo, por qué Cash sólo se fijó en evitar que Snell se midiera por tercera ocasión a los bateadores de los Dodgers, pero no fue capaz de recordar el dominio que mostraba su pitcher o los problemas de Anderson para entregar trabajos inmaculados en playoffs? El beisbol fue muy duro con Cash y las Rayas, Betts pegó doblete, luego un wild pitch permitió que Barnes anotara la del empate y que Betts avanzara a tercera para luego anotar con un roletazo de Seager a primera; el equipo de Tampa Bay no pudo reaccionar ante el relevo de los Dodgers y la Serie Mundial quedó finiquitada https://www.youtube.com/watch?v=L5byCxvRFXQ.

El rey de los deportes siempre ha sido un deporte de números y estadísticas y lo que esos números reflejan son tendencias, pero no son verdadera absoluta, porque este juego depende de seres humanos que pueden estar inspirados como Hershiser, Morris, Smoltz, Larsen, Maglie o tantos otros que han escrito páginas doradas en Serie Mundial, depende del carácter de los jugadores y de algo tan natural al ser humano como los errores. Los managers siempre han tomado decisiones, por eso hoy no pueden dejar todo en las manos de ejecutivos que simplemente siguen a las estadísticas. La magia del beisbol no sólo radica en la estadística porque esta postemporada no sólo nos ofreció esa dura lección para Cash y Tampa Bay, también hubo batazos de jugadores que vencieron las formaciones especiales que se mandaban a la defensiva, formaciones basadas en las tendencias del bateador.

La sabermetría puede ser una buena herramienta para conocer tendencias pero no ofrece la verdad absoluta, tal parece que ahora en el beisbol vivimos una etapa como la que la humanidad afrontó a principios del Siglo XX cuando la ciencia positiva (basada en el método científico) parecía ofrecer respuestas para todo y la felicidad se iba a obtener por el conocimiento; sin embargo, las Guerras Mundiales fueron una dura lección de que el positivismo no era la verdad absoluta. En el caso de este deporte, conviene recordar que la  magia del beisbol radica en lo imprevisible de cada jugada, en los imponderables (breaks en inglés), en pocas palabras, su magia radica en la imperfección del ser humano.

 

El Blog de Puebla Deportes por Antonio Abascal