El obispo emérito de la Diócesis de Tehuantepec, don Arturo Lona Reyes, dejó el plano físico este sábado, después de convalecer un hospital por Covid 19.

El prelado, conocido como el Obispo de los Pobres, por su gran labor en favor de los sectores vulnerables, deja una profunda huella en su paso por Oaxaca.

Conciliador, solidario, amigable, sincero, profundo en sus reflexiones, don Arturo Lona Reyes fue clave en diversos momentos de conflicto en Oaxaca, siempre buscando la mejor salida.

El gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, envió en Twitter sus condolencias por el deceso del jerarca católico.

 

El 20 de octubre fue internado en un hospital de Lagunas, Oaxaca, para recibir tratamiento médico, sin embargo falleció a la edad de 94 años.

Don Arturo Lona Reyes nació el 1 de noviembre de 1925 en la ciudad de Aguascalientes, donde inició el Seminario, mismo que finalizó en Huejutla, Veracruz.

Fue ordenado sacerdote en San Pablo Apetatitlán, Tlaxcala, el 15 de agosto de 1952. Inició su apostolado sacerdotal en Tamazunchale, San Luis Potosí, donde fundó la escuela Fray Pedro de Gante en su primera parroquia.

Fue trasladado a Huejutla donde siguió luchando por los derechos de los pueblos indígenas de la Huasteca, convirtiéndose en la Diócesis de Huejutla. En 1972 fue invitado por el Papa Pablo VI para ser Obispo de la Diócesis de Tehuantepec.

Como obispo titular, en dos ocasiones fue presidente del Centro Nacional de Apoyo a Misiones Indígenas (CENAMI) y presidió la Comisión Pastoral Indígena de Conferencia Episcopal Mexicana.

Su lema como obispo fue “los pobres me evangelizan”, frase que marcó su caminar episcopal, por ello, como obispo titular de la Diócesis de Tehuantepec, intervino en la formación de diversas organizaciones que brindan servicios a los habitantes del Istmo de Tehuantepec: el Centro Popular de Apoyo y la Formación para la Salud (CEPAFOS), clínica donde se brindan servicios de salud tradicionales y ordinarios; Centro de Derechos Humanos Tepeyac, para defender casos comunitarios de derechos humanos y formar y difundir la cultura de los derechos humanos; crea un centro ecológico (COMA) donde se promueve el cuidado del medio ambiente.

Debido a su labor preferencial por los pobres y el trabajo de pastoral social que realizó, sufrió doce atentados contra su vida, pero no lograron que desistieran de su misión pastoral.

Después de dejar el cargo de obispo de Tehuantepec, don Arturo Lona Reyes continúa hasta la fecha realizando gestiones para que se respeten los derechos de los pueblos y comunidades indígenas.

Su trayectoria y trabajo lo hizo ser muy querido en Oaxaca y en todo el país. En 2008 recibió el Premio de Derechos Humanos “Sergio Méndez Arceo” en reconocimiento a su compromiso y opción por lo pobres.

Con información de Quadratin

 

ica

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