El rostro cansado y demacrado de Yaidis Colmenares, madre de tres hijos, deja pocas dudas sobre porqué se va de Venezuela a Colombia. La mujer de 37 años pesa 19 kilos menos que hace 10 años, y apenas puede permitirse comprar comida con el dinero que ganó vendiendo dulces en el metro de Caracas.

La semana pasada caminó y realizó autostop a lo largo de 805 kilómetros desde Caracas hasta la ciudad de San Cristóbal, cercana a la frontera, con la esperanza de llegar a Colombia junto a su hijo de 13 años, su hija de ocho años y su bebé de un año.

“Mira el grado de desnutrición en el que estoy”, dijo Colmenares mientras caminaba con un grupo de 15 personas a través de un parque cerca de una avenida de San Cristóbal, un giro en su recorrido para evitar los controles de la Guardia Nacional y la Policía, en las que los migrantes dicen que los uniformados los golpean.

Desde hace casi un mes que en San Cristóbal, capital del estado Táchira, son más visibles los grupos de personas con la misma meta: salir de Venezuela porque no pueden sobrevivir, como Colmenares, en medio de la peor crisis económica de la historia.

 

LEG

Ver nota original