Con el fin de evitar sanciones o demandas que eviten la renegociación del Tratado, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) lleva a cabo diversas acciones “y un gran esfuerzo para superar el manejo del ciclo 34, entre las que se mantiene un diálogo binacional con la sección estadounidense, con el objetivo de concluir en tiempo y forma, para no dar paso a sanciones o demandas para renegociar el tratado”, informó Roberto Álvarez, director general para América del Norte de dicha dependencia.

Dijo que el tratado establece que Estados Unidos entrega del Río Colorado, mil 850 millones de metros cúbicos por año, mientras que México entrega 431 millones del Río Bravo. Asimismo, se precisan los montos mínimos de entrega, para que ninguno de los dos países retuviera agua en las presas internas por encima de lo que establece el Tratado y se definieron los usos de los ríos.

En este contexto, detalló que en el ciclo 34, “nuestro país cerró con un déficit de 324 millones de metros cúbicos, por lo que el ciclo actual no cuenta con flexibilidad y debe cerrarse en ceros. Fue un volumen importante que no se entregó del anterior, es casi el equivalente al de un año”.

En tanto, Humberto Marengo Mogollón, comisionado de la Sección Mexicana de la Comisión Internacional de Límites y Aguas entre México y Estados Unidos, indicó que el problema de esta región radica en que el consumo de vital líquido en Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas aumentó, “pero ya no hay más agua en promedio”.

De esa manera, urgió un modelo realista de oferta y consumo hidrológico, que considere las aguas superficiales y subterráneas, así como revisar la infraestructura hidráulica y ver la posibilidad de mejorar la seguridad; hacer acuerdos forzosos y obligatorios para tecnificar el riego y elaborar acuerdos con usuarios, legisladores y gobernadores.

Advirtió que de no cumplir con el Tratado, “en un momento dado se corre el riesgo de que Estados Unidos lo denuncie y se tenga que hacer una renegociación, que podría resultar desfavorable para México y que podría generar un gran riesgo económico”.

En un encuentro con integrantes de la Comisión de Asuntos Fronterizos y Migratorios del Senado, la directora general de la Comisión Nacional del Agua, Blanca Jiménez Cisneros, precisó que de acuerdo con estudios técnicos, el Río Conchos, es el más caudaloso y por ello debe aportar 54.1 por ciento del volumen total del Tratado, “pero no es así, ya que, con el tiempo el consumo aumentó en Chihuahua y disminuyó el agua que aporta”.

En consecuencia, señaló que los otros estados tuvieron que incrementar la cantidad de agua que aportan al Tratado. “La cuenca del Río Conchos se emplea para la agricultura, el hecho de que tanta agua se destine para este fin, nos lleva a entender el problema que vive la gente que se encuentra ahí”.

Destacó que en el Consejo de Cuenca, se trabajó un reglamento que lleva 14 años de elaboración, pero que para 2019, “Chihuahua se levantó de la mesa”.

En su oportunidad, la senadora del PRI, Beatriz Paredes Rangel, consideró que se trata de un problema estructural y no debe verse como un conflicto político. Dijo que el destino alcanzó a esta zona fronteriza, por lo que sugirió el diseño de un gran proyecto de inversión de infraestructura, como una solución que no ponga en riesgo el abasto del agua y que podría ser financiado por el Banco de Desarrollo de América del Norte.

Mientras que la panista, Gina Cruz Blackledge dijo que los agricultores de Chihuahua afectados han denunciado corrupción al interior de la Conagua en el manejo del líquido. Además, advirtió que una renegociación del tratado con Estados Unidos sería grave para nuestro país, pues los términos actuales nos benefician y difícilmente podrían repetirse en un nuevo acuerdo.

El presidente de la Mesa Directiva del Senado, Eduardo Ramírez manifestó que esa región es compleja, ya que coincide con grandes desiertos, de ahí que se requiere de un buen uso y manejo del agua. Además, agregó, se observa “cómo se dirime un problema que alcanza mayor fuerza cuando hay en puerta procesos electorales”.

 

fahl

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