Durante los últimos meses, cuando la población mundial ha sostenido una lucha feroz en contra del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 y los ciudadanos en general se esfuerzan en no contagiarse y en no propagar la enfermedad del Covid-19, hubo naciones que apostaron por un esquema que llamaron “inmunidad de rebaño”… que al final del día no es una estrategia, sino una tragedia, aclaró la Organización Mundial de la Salud a través de su oficina regional americana.
Y es que apostar a que la población se inmunice permitiendo que se contagie tiene un precio muy alto en vidas perdidas. Suecia ha optado por esa respuesta a la pandemia y la tasa de mortalidad por esa enfermedad es siete veces mayor que la de países vecinos con las mismas características.
“Dejar que las personas contraigan el Covid-19 para conseguir la inmunidad de rebaño no es una estrategia, es una tragedia”, sostuvo el subdirector de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Jarbas Barbosa.
Advirtió que la mortalidad que se puede producir al intentar esa inmunidad comunitaria es muy elevada, sobre todo entre los adultos mayores o de las personas con alguna comorbilidad.
El experto en salud pública explicó que el concepto de inmunidad de rebaño se utiliza para las vacunas y citó el caso del sarampión, enfermedad que no requiere el 100% de cobertura con la vacuna para proteger a toda la comunidad ya que vacunando a un 95% de los niños, el otro 5% queda protegido.
“Es sencillo imaginar por qué: si el 95% está vacunado, la probabilidad de encontrar otra persona no vacunada es de una en 20, ese es el concepto de inmunidad de rebaño”, abundó.
Barbosa agregó que este precepto varía para cada enfermedad y que, en el caso del Covid-19 aún no se sabe con exactitud qué proporción de personas infectadas debe haber para que la transmisión deje de ocurrir.
“Tampoco sabemos si puede presentarse una segunda infección después de algunas semanas o meses”, enfatizó.
LEG