Una mujer acusada de participar en la procesión de una parte íntima femenina de látex en la capital de Málaga, España, durante el Día Internacional de la Mujer en 2013, se ha declarado inocente y aseguró que no pensó en que pudiera ofender a los católicos.
Durante el juicio, que se llevó a cabo en el Juzgado de lo Penal número 10 en la ciudad española y que ha quedado visto para sentencia, la acusada insistió en que ella pretendía defender los derechos de las mujeres.
La Fiscalía de Málaga ha pedido que la procesada sea condenada a pagar una multa de 3 mil euros por un delito contra los sentimientos religiosos.
Abogados Cristianos piden un año de cárcel
La acusación ejercida por la Asociación de Abogados Cristianos pide un año de prisión y multa de veinticuatro meses por la provocación a la discriminación, al odio, a la violencia y por un delito contra la libertad de conciencia y los sentimientos religiosos.
La procesión que había sido convocada por un grupo, “pretendían hacer mofa de los símbolos y dogmas más sagrados para quienes profesan la religión católica”, según el fiscal.
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Además, la estructura estaba acompañada de los adornos que usualmente distinguen a una Virgen en las procesiones de Semana Santa, como flores, velas y un manto. También contaron con un megáfono con el cual proliferaban, haciendo alusión a lo que proclaman los sacerdotes tras el recorrido.
Por su parte, la acusada explicó que fue a la manifestación del 8M y luego se quedó con el colectivo que llevaba la vulva de plásticos, pero afirmó que no hubo un acuerdo previo con la organización.
“Entiendo que pueda resultar ofensivo, pero jamás fue mi intención, puede ser soez pero no ofensivo”, insistió la acusada, al mismo tiempo de destacar que fue una forma “performática de protesta”.
La profesión, además de recorrer las calles con una gran afluencia, fue grabada en video y difundido en las redes sociales.
EAM