David Deutchman pasó sus últimos 15 años cuidando a bebés prematuros en un hospital infantil de Atlanta, Georgia, en Estados Unidos luego de que se jubiló. Esto lo llevó a la fama en 2017 tras una publicación en Facebook que se volvió viral; fue conocido como “ICU Grandpa”, (Abuelo de la UCI) en español.

Su trabajo era el de acompañar a los bebés cada martes y jueves, cuando por alguna razón sus madres o padres no podían estar con sus hijos. Él falleció a sus 86 años por cáncer de páncreas que se encontraba en su cuarta fase, esto sucedió un día antes del Día Mundial de la Prematuridad.

En solidaridad con “ICU Grandpa”, Children’s Healthcare of Atlanta compartió en sus cuentas de Twitter e Instagram un homenaje en el que empleados organizaron un desfile, antes de su muerte, con un camión de transporte y un helicóptero del hospital fuera de su casa. Se lee en la publicación que algunos pacientes que estuvieron bajo el cuidado de David hace muchos años tocaron las bocinas de los vehículos, lo saludaron y le desearon lo mejor mientras su familia salía en la entrada de su casa.

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Lo nietos de Deutchman afirman que su abuelo amó a todos lo niños y empleados con los que hizo amistad. “No conocíamos a todos los que pasaban, pero nos sentimos muy conectados con ellos. Todos los niños que ha cuidado y los empleados con los que ha hecho amistades, los ama como si fueran suyos. Y hoy sentimos ese mismo amor por ellos”.

¿Qué es un niño prematuro?

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se dice que un niño es prematuro cuando nace antes de haberse completado 37 semanas de gestación. Normalmente el embarazo dura unas 40 semanas. Al año nacen niños prematuros en todo el mundo, en países de ingresos altos, medianos y bajos con cifras de unos 15 millones de infantes prematuros, es decir más de 1 de cada 10. El 60% de ellos nace en el África subsahariana y en Asia meridional.

Los partos prematuros en su mayoría ocurren de forma espontánea, si bien algunos se desencadenan como consecuencia de la inducción precoz de las contracciones uterinas o del parto por cesárea, ya sea por razones médicas o no médicas.

Hasta el momento no existe ninguna prueba que permita predecir con exactitud la posibilidad de un parto prematuro, pues no se conocen totalmente las causas de los alumbramientos precoces. Existen varios factores que pueden determinar que una mujer embarazada corra un mayor riesgo de parto prematuro, por ejemplo un parto prematuro anterior; embarazos múltiples con mellizos, trillizos, etc., algunas afecciones médicas crónicas, como la hipertensión, la diabetes o infecciones.

Además, el embarazo adolescente es un importante factor de riesgo de parto prematuro. Otras causas son que la madre fume cigarrillos, beba alcohol y en general el consumo de drogas.

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Cada año mueren cerca de un millón de niños prematuros y los que sobreviven podrían enfrentarse a discapacidades físicas, neurológicas o de aprendizaje durante toda la vida, lo cual supone un elevado costo para sus familias.

Los niños prematuros no están totalmente preparados para la vida extrauterina. Se enfrían con más facilidad y pueden necesitar más ayuda para alimentarse que los niños nacidos a término. Como su organismo todavía no está plenamente desarrollado, pueden tener problemas para respirar y sufrir otras complicaciones, como infecciones.

 

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