El diario estadounidense The Washington Post consideró la desestimación de los cargos en contra del general Salvador Cienfuegos, como “un símbolo de la capacidad del Gobierno de México para jugar duro con Estados Unidos“.
Señaló que pese a que el Departamento de Justicia ha compartido pruebas con los fiscales mexicanos, el general podría permanecer libre, al menos por un tiempo, al llegar al país como “ciudadano mexicano” sin enfrentar cargos criminales.
El medio apuntó que el gobierno mexicano habría amenazado con limitar el papel de la Administración de Control de Drogas de EU (DEA), e incluso aseguró que un funcionario del país habría confirmado la posibilidad de que la dependencia fuera excluida del territorio de México.
Aunque en su declaración conjunta, los fiscales William P. Barr y Alejandro Gertz Manero apuntaban a una nota de unidad y coordinación.
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“Como refleja la decisión de hoy, somos más fuertes cuando trabajamos juntos y respetamos la soberanía de nuestras naciones y sus instituciones. Esta estrecha asociación aumenta la seguridad de los ciudadanos de nuestros dos países ”.
The Washington Post afirmó que tan sólo hace un mes, el mensaje era diferente, ya que los los funcionarios de México de mayor rango era un juego limpio para los investigadores de EU, quienes creían que los cárteles habían manipulado a los niveles más altos del gobierno.
“Durante décadas, Estados Unidos se basó en la extradición para juzgar a los narcotraficantes mexicanos en los tribunales estadounidenses, creyendo que nunca serían llevados ante la justicia en México”.
Indicó que de igual manera no se informó al Gobierno de México de la investigación del exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, por presuntamente aceptar sobornos millonarios del Cártel de Sinaloa.
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En ambos casos, no se habría notificado hasta que se dieron las detenciones por las autoridades estadounidenses, lo cual habría generado desconfianza.
El diario estimó que la decisión de retirar los cargos equivaldría un revés significativo, aunque sea simbólico, en los esfuerzos de Departamento de Justicia contra el tráfico de drogas en México.
Agregó que no se tiene claro la forma en que México haya aportado a la investigación de los posibles vínculos de Salvador Cienfuegos y los narcotraficantes.
Recordó que el pasado 21 de octubre, el presidente Andrés Manuel López Obrador manifestó su preocupación por el caso de Cienfuegos, y pidió pruebas del caso.
Además, afirmó que México abriría investigaciones propias si se recibían evidencias creíbles de las supuestas irregularidades.
“No podemos permitir que alguien sea juzgado solo por razones políticas o de otro tipo si no hay pruebas”.
fahl