“Reelíjanse… se lo ganaron”, es en síntesis el llamado que el presidente del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Mario Martín Delgado Carrillo, hizo a los 252 diputados federales de su partido; una frase que puede indignar, pues, a la luz del análisis, resultar una propuesta impúdica.
Es una falta de respeto a los ciudadanos tanto como para el ejercicio parlamentario.
“La reelección es un derecho constitucional”, dijo Delgado el pasado 19 de noviembre, y estamos de acuerdo.
“Nuestros diputados y diputadas mostraron una gran lealtad”, agregó, pero ¿a quién?
“Son cuadros políticos que tienen su liderazgo en su distrito”, absolutamente falso, el grueso de los diputados de mayoría relativa, 161 por esa vía y 91 plurinominales, ganaron en 2018 arrastrados por el llamado tsunami lopezobradorista.
Siguió Mario Martín: “han sido leales al presidente de la República”, completamente de acuerdo, pero no a los ciudadanos, y “al proyecto de la Cuarta Transformación”, argumentó, pero de eso tampoco hay garantía.
De sobra se entiende que Mario Delgado regresa, con esa declaración, a la mayoría de los diputados que coordinó hasta el pasado 4 de noviembre, el respaldo que le dieron para llegar a la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del morenismo.
Sin embargo, los diputados federales de todos los partidos en esta LXIV Legislatura han fallado, en mayor o menor medida -hay casos de excepción-, a la representación que tienen de los ciudadanos.
En el actual ejercicio han sido especialmente “levantadedos”, igual que otros lo fueron en el priato o en la etapa panista.
Hoy también los de la izquierda, otrora opositora, son parte del sistema y son sumisos.
Ciento por ciento de las iniciativas que se han enviado desde Palacio Nacional han sido aprobadas, la mayoría casi sin cambiarles ni una coma.
Los diputados, igual que los senadores, pero ellos tienen otras características, han avalado con prontitud todo lo que envía López Obrador.
En algunos casos, sus iniciativas no pasan más de un día en comisiones y llegan al pleno para su aval.
La única que hoy está pendiente es la que regula el outsourcing, pero recién llegó a San Lázaro el pasado 13 de noviembre.
De sus propias propuestas, los diputados apenas aprueban 37.08 por ciento, de acuerdo con un análisis que publicó “Eme Equis”.
Con la cercanía del proceso federal que permitirá por primera vez la elección consecutiva, el Instituto Nacional Electoral (INE) les pidió que dejen sus curules, si es que van por la reelección.
La respuesta fue que “no”, porque efectivamente la ley, que ellos mismos avalaron, no se los impide. Así que irán a campaña con un amplio presupuesto público a disposición.
¿Cuántos conocen a su diputado federal?
No regresan a sus distritos, no proponen, no gestionan, nunca dicen que “no” al presidente y han sido incapaces siquiera de llevar una pequeña obra a sus distritos.
Por eso es indecente suponer que “ganaron su reelección”.
Piso 17 por Álvaro Ramírez Velasco