Un tesoro de 240 libros raros valorados en más de 3.3 millones de dólares han sido devueltos a sus propietarios tras ser robados en Londres por una pandilla de rumanos que descendieron desde el techo de un almacén para evitar que se activen las alarmas.
Los hombres, que fueron encarcelados el mes pasado en Gran Bretaña, fueron apodados como la pandilla Misión Imposible por los medios británicos debido a su acrobática técnica, que recuerda a una famosa escena de la película de 1996 en la que Tom Cruise baja a una bóveda con una cuerda.
Los libros antiguos incluyen obras del científico inglés Isaac Newton y del artista español Francisco Goya. También hay trabajos relacionados con el astrónomo italiano Galileo Galilei, dijo la Policía Metropolitana.
El robo tuvo lugar en enero de 2017 en un almacén en Feltham, al oeste de Londres, donde los libros, que pertenecían a distribuidores especializados y habían sido enviados desde Italia y Alemania, estaban siendo guardados hasta que fueran transportados a una feria del libro en Estados Unidos.
Luego de hacer agujeros en la cerca perimetral para acceder al depósito, los ladrones perforaron los tragaluces del techo y descendieron hasta los estantes, evitando así la activación de las alarmas con sensores ubicados junto a las puertas.
El robo fue uno de los 12 perpetrados en varios lugares de Gran Bretaña durante un período de dos años y medio por la pandilla vinculada al grupo del crimen organizado Clamparu, basado en la región de Iasi en el este de Rumania.
En operaciones meticulosamente planeadas, los miembros de las pandillas volaban al país para cometer robos y regresaban poco tiempo después. Doce de ellos fueron encarcelados con condenas que van desde los tres años y ocho meses hasta cinco años y ocho meses.
Después de que los libros fueran descubiertos escondidos bajo tierra en una casa de Rumania, fueron transportados a la Biblioteca Nacional en Bucarest, donde cuatro de los cinco propietarios viajaron el mes pasado para recuperarlos.
“Fue encantador ver la alegría con la que cada víctima se reunió con estos libros irremplazables”, dijo el detective inspector Andy Durham.
EAM