Diego Armando Maradona fue el quinto de ocho hijos de una familia humilde, hijo de Diego Maradona y Dalma Salvadora ‘Tota’ Franco. Desde pequeño él y sus hermanos, Raúl y Hugo mostraron un gran interés por el fútbol sin importar sus posibilidades.

Nació el 30 de octubre de 1960 en Villa Fiorito un barrio sumergido en la pobreza, tanto que su propia madre a veces no comía por dejarles el alimento a sus hijos.

“Soñaba con comer, no era fácil. Cuando llegaba la hora de la cena, la Tota siempre decía que le dolía la panza. ‘No, hoy no voy a comer, porque ando mal del estómago’, repetía. Recién a los trece años, tremendo grandote boludo, me enteré de que nunca le había dolido nada, que decía eso para que nosotros pudiéramos comer”, declaró en una entrevista con Jorge Guinzburg, en Mañanas Informales.

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Pibe de Oro 

Cuando Maradona estaba por cumplir 10 años, junto a su amigo Goyo Carrizo, acudieron en 1969 a realizar la prueba para entrar en las divisiones inferiores del club Argentinos Juniors. Tras esto y bajo el mando de Francisco Cornejo, su entrenador, comenzó su carrera en el mundo deportivo.

La categoría 1960 entonces recibió el nombre de Los Cebollitas, equipo que proyectaba un gran futuro por la cantidad de victorias a su favor. En torno a los Los torneos Evita de 1973 y 1974, Diego empezaba a ser una sensación por la emoción que impregnaba en el fútbol.

A pesar de ser un equipo que simplemente jugaba por amor al deporte, empezó a ganar fama en parte por los 136 partidos que alcanzaron invictos, de entre todos los ‘pibes’ destacó por mucho el ‘Pelusa’ que solía entretener a la gente haciendo malabares con la pelota en sus ratos libres.

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Primer sueldo

Cuando Maradona recibió su primer sueldo en 1977 tras firmar su contrato con Argentinos Juniors, asistió junto a su madre a la pizzería La Rumba, en Nueva Pompeya para invitarla a comer.

“Me fui a una pizzería de Pompeya y me gasté todo el sueldo con mi vieja (mamá). Nos comimos todo y nos tomamos todo”, contó a medios locales.

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