Pablo Carreño, de 29 años y número 15 mundial, clasificó con mucha firmeza en los octavos de final del Masters 1,000 indoor sobre pista dura de París-Bercy.
Tras superar en su estreno al francés Hugo Gaston (6-3, 6-2), el asturiano disputó la segunda ronda con mucha seguridad desde el principio del partido y así ha aplacado cualquier arreón del alemán Jan-Lennard Struff, un tenista más peligroso de lo que indica su ranking.
Carreño buscará el jueves una plaza en cuartos de final contra el eslovaco Norbert Gombos, que ha protagonizado la sorpresa de la jornada al superar al belga David Goffin, lejos de su mejor nivel después del confinamiento por el coronavirus.
“Obviamente, ponerme un set arriba ha sido muy importante”, dijo Carreño Busta. “Desde el principio he jugado muy bien, muy concentrado y siendo muy agresivo. Él es un jugador que aprieta muy rápido y es importante golpear primero. Ganar el tie-break me ha dado confianza para asaltar el segundo set. Creo que es importante sacar como lo estoy haciendo”.
“Estamos en el último Masters 1000 del año, y ojalá que pueda hacerlo bien”, pidió el español. “Vengo con la intención de jugar todos los partidos al 100%, de terminar bien la temporada. No sé hasta dónde podré llegar. De momento, estoy en la tercera ronda, juego contra Gombos y me encantaría poder seguir adelante. Los dos partidos que he ganado han sido buenos. A partir de ahora, las cosas se van a volver más difíciles”, aseguró Carreño Busta, clasificado por primera vez en su carrera para los octavos de final en París-Bercy.
“La pista cubierta me ha costado un poco más en este torneo, no sé si es porque estamos a final de año y vamos más apurados, tanto física como mentalmente”, dijo . Estamos en una temporada muy rara por lo poco que hemos jugado, así que es una buena ocasión para hacerlo bien aquí. Estoy contento de estar en octavos de final en París, una ronda a la que nunca había llegado”.
LEG