Punteros.
Quién iba a decir que un rector y dos diputados locales estarían en la primera selección de la Fiscalía General del Estado para realizar trabajo de investigación sobre probables casos de corrupción más lo que se acumule en la primera semana de noviembre, según se pudo ver el viernes 30 de octubre.
Se trata del rector Alfonso Esparza Ortiz, el diputado del Partido del Trabajo, José Juan Espinosa Torres y el del Movimiento Ciudadano, Carlos Morales. De los tres el caso que parece más paradigmático es el Morales, a quien habían llevado a presumir al líder panista Marko Cortes como el perfil más rentable para ser diputado federal por el distrito de Huejotzingo.
¿Será?
Paz a la banda de los “conejos”.
Para este lunes 2 de octubre el gobierno de Puebla informó que no habrá conferencia de prensa mañanera que todos los días encabeza el gobernador Miguel Barbosa con motivo de las celebraciones de “todos santos”, día en que la mayoría de mujeres y hombres recuerdan a sus seres queridos que se han adelantado en el camino.
La pausa en la mañanera podrá dejar lugar a la tranquilidad del grupito que se ha dedicado a golpear desde el anonimato al mandatario, mismo que está encabezado por el “conejo” mayor, el diputado federal, Fernando Manzanilla. Que paz.
¿Será?
Hora de volver a tejer fino.
El ex subsecretario de SEDATU, Juan Carlos Lastiri regresó a sus orígenes en la actividad política y partidista en el Partido Revolucionario Institucional, el sector popular. Sabe que se trata de una responsabilidad modesta desde donde deberá comenzar una carrera cuesta arriba en un momento preciso de la vida política de Puebla.
Hace diez años que su partido fue echado del poder político en 2010 con Javier López Zavala a manos del PAN; luego con Martha Erika en 2018; y finalmente con Morena en 2019.
Su partido ha sido abandonando por un grupo de oportunistas que se fueron a otras aventuras.
Por ello es que Lastiri deberá comenzar a tejer fino, para lo que requerirá paciencia de artesano en momentos en que todo parece resolverse a machetazos.
¿Será?