El primer ministro británico, Boris Johnson, dijo que hay una fuerte posibilidad de que Gran Bretaña y la Unión Europea (UE) no logren llegar a un acuerdo comercial, pero prometió hacer todo lo posible para evitar una tumultuosa división en tres semanas.

La UE y Gran Bretaña están en desacuerdo sobre los derechos de pesca, juego limpio económico y la resolución de disputas, a pesar de meses de conversaciones sobre un nuevo tratado para cubrir el comercio a partir del 1 de enero, cuando el Reino Unido finalmente salga de la órbita del bloque.

Ambas partes se dieron como plazo hasta este domingo para sellar un pacto y evitar una caótica separación.

Tras una reunión con sus principales ministros, Johnson dijo que habían acordado que el tratado sobre la mesa no funcionaba para Gran Bretaña.

“Necesitamos ser muy, muy claros, que ahora hay una gran posibilidad, una gran posibilidad de que tengamos una solución que se parezca más a una relación australiana con la UE que a una relación canadiense con la UE”, afirmó Johnson.

Australia, a diferencia de Canadá, no tiene un acuerdo comercial integral con la UE, lo que deja su comercio mayormente sujeto a aranceles. Johnson usa la comparación para sugerir que un acuerdo no es necesario, aunque Australia tiene solo una fracción de los vínculos comerciales de Gran Bretaña con Europa: “Es vital que se preparen para esa opción”.

Bajo tal escenario, Gran Bretaña vería impuestas barreras comerciales con la UE, su principal socio económico, en solo tres semanas.

LEG

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