Ni todo el amor ni todo el dinero, dicen.
No lo diga en voz alta, pero el dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional en Puebla, Néstor Camarillo, dice que el pomposo anuncio de las dirigencias nacionales de tejer alianzas políticas para minar la fuerza electoral de Morena en 2021 no será tan fácil en la capital.
Considerada la “joya de la corona”, Camarillo sabe que declinar como partido político a competir por la capital del estado sería dejar fuera a priistas como el excandidato al gobierno del estado, Enrique Doger Guerrero o Valentín Meneses, sobre todo porque el número bono ciudadano ha crecido en las últimas encuestas.
¿Será?
Se fue… pero no tanto.
El subsecretario de Transporte, Miguel Carrillo Delgado, habría presentado su declinación al cargo que ejercicio desde el inicio de esta administración en el estado.
Hasta donde se sabe, competirá por un cargo de elección popular de Puebla, particularmente en Cholula.
Si la versión es cierta habrá dejado en el camino las aspiraciones para reelegirse a la exlocutora de radio, Nayeli Salvatori, a quien no se le recuerda trabajo parlamentario pero sí meterse sustancias aún ilegales, según presumió hace algunas semanas en sus redes sociales.
¿Será?
El espíritu de Lymantour en el ayuntamiento se esfumó.
¡Qué alivio!
La presidenta municipal de la capital, Claudia Rivera Vivanco anunció que no habría nuevos gravámenes en el proyecto de Ley de Ingresos y significa un alivio para las familias poblanas que no ven lo duro, sino lo tupido luego de un largo año plagado de problemas, como la pandemia.
Sólo una duda: ¿de quién fueron los buenos oficios como para bajar del proyecto un conjunto de cobro de derechos que habrían hecho palidecer al tenaz secretario de Hacienda del porfiriato, con su pretendido impuesto por el número de veintenas en cada domicilio?
La Ley de Ingresos original tenía entre otras cosas, el cobro para cada familia de la capital que tuviera una mascota… Sí, existió, y al final decidieron bajarla del documento.
¿Será?