Gerson Monje, propietario de una tienda de juguetes sexuales en Colombia exhibe que más de la mitad de sus productos se han agotado, aunque la tienda esta cerrada, las compras por internet no paran.

La sociedad colombiana tienen confinamiento obligatorio hasta el 27 de abril, a excepción de las salidas autorizadas para comprar comida, medicinas o hacer transacciones bancarias.

En entrevista con la Agencia Reuters, Monje menciona “El incremento de las ventas empezó aproximadamente cuatro días después de la cuarentena”, dijo Monje, quien todavía tiene productos para entregar a los clientes en medio del aislamiento obligatorio nacional. “Hemos visto un aumento de 50%”.

“La gente está en casa y está pensando más. Están con sus parejas o solos y necesitan esparcimiento de su recreación diaria para el encuentro de intimidad con el otro o con sí mismo”, aseguró Monje.

Colombia se distingue por tener una sociedad conservadora y religiosa, sin embargo, los juguetes sexuales los ayudan a mantener al ánimo durante un largo aislamiento, asegura la psicóloga Carolina Guzmán.

“La cultura colombiana ha mantenido una idea muy conservadora al respecto a la sexualidad y la comunicación sexual. Es un buen momento también para permitirse trabajar en la curiosidad, la creatividad, entender que la compra y consumo de estos artefactos es fantástico”, aseguró Guzmán.

Tan solo en Medellín, las ventas han incrementado un 140%, además de ser un fenómeno mundial ya que en Dinamarca las ventas de estos productos se han duplicado.

El largo tiempo que las personas tienen libre les ha permitido experimentar con su sexualidad y atreverse a hacer cosas en pareja que antes no hacían.

Con información de Medios

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