El magistrado electoral, Fredy Erazo Juárez, que llegó a esa posición producto del tráfico de influencias y el padrinazgo de Alejandro Armenta Mier, presidente de la Comisión de Hacienda en el Senado de la República, hizo evidente la ligereza con que suele utilizar juicios de valor difíciles de sostener.

La proclividad verborréica de este lenguaraz litigante, que el senador poblano catalogó como un “profesional del derecho”, se exhibió el fin de semana pasado cuando a través de su cuenta de Twitter dijo textual: “Atentaron contra la integridad de mi familia y de un servidor. En la madrugada nos percatamos que nuestra casa se estaba incendiando. Lo primero fue poner a salvo a mi hijos y mi esposa”.

Con la misma frivolidad irresponsable que utilizó en abril de 2019 para sugerir atentar contra la vida de Luis Miguel Barbosa,  competidor del patrón a quien obedece en el Senado de la República, en la interna de Morena, sugirió haber sido víctima de un atentado que, horas después, el cuerpo de bomberos desestimó, luego de haber efectuado el trabajo de sofocamiento de un incendio provocado por una chimenea encendida.

Sin tener en sus manos dictamen, peritaje o prueba alguna que diera por bueno el complot contra la vida de su familia, lo divulgado en sus redes se desvaneció en el imaginario que, sin embargo, alcanzó espacios mediáticos, incluso de carácter nacional.

La ligereza de quien hipotéticamente tendría en sus manos la responsabilidad de dotar de certeza y legalidad la elección de este 2021, ratificaba hasta la tarde de este miércoles a Erazo Juárez como un ilegítimo magistrado y, además, dispuesto a polarizar el ambiente.

El recurso de victimización a partir de un accidente doméstico parece anticipar que la revocación de su nombramiento echará a andar el recurso para mediatizar la decisión del órgano jurisdiccional.

El periodista Álvaro Ramírez anticipó en su informada columna #Piso17, la suerte que se materializaría con el proyecto de dictamen del magistrado ponente a partir de las impugnaciones que su nombramiento provocó desde el 10 de diciembre pasado.

La argumentación central de los diversos reclamos es que el Senado de la República desatendió el principio de paridad previsto en la Ley General de Procedimientos e Instituciones y Electorales.

Era probable que la resolución de la Sala Superior se conociera en el curso de esta semana, como en efecto ya ocurrió y es inapelable. El nombramiento de Erazo Juárez estaba sostenido de alfileres.

La decisión final no cambia en absoluto la evidencia de un perfil dispuesto a mediatizar para desacreditar el proceso electoral través de la crispación del ambiente político.

Lejos de las reglas de la ortodoxia en el ámbito del derecho que establece que los magistrados hablan a través de sus resoluciones, la frivolidad manifiesta del fugaz magistrado en Puebla lo pinta de cuerpo entero: un bufón vulgar protegido desde el Senado de la República.

 

@FerMaldonadoMX

parabolica.mx escribe Fernando Maldonado