Los allegados a Donald Trump, expulsado de Twitter y otras grandes redes sociales, están indignados y denuncian censura pero, de momento, sus opciones para hacerse escuchar son muy limitadas.

Gigantes como Google el viernes y Apple el sábado, también eliminaron de sus tiendas de aplicaciones a Parler, una plataforma utilizada por extremistas de derecha y comentaristas conservadores.

“La libertad de expresión murió y está controlada por jefes izquierdistas”, dijo Donald Trump Jr, hijo del presidente saliente.

“¿Quien será el próximo en ser silenciado?”, se preguntó Rudy Giuliani, abogado personal de Trump, en tanto el secretario de Estado Mike Pompeo alzó su voz contra “la izquierda”.

“Tristemente, esta no es una táctica nueva de la Izquierda. Trabajaron durante años para silenciar las voces de quienes se le oponen”, afirmó.

El influyente senador republicano Ted Cruz calificó de “absurdas y profundamente peligrosas” las decisiones de las redes sociales.

“¿Por qué un puñado de multimillonarios de Silicon Valley tiene el monopolio del discurso político?”, se preguntó.

Paradójicamente las reacciones fueron expresadas en Twitter, la red social preferida por Trump y que lo expulsó el viernes por considerar que sus mensajes incitan a la violencia.

La decisión de Twitter fue tomada dos días después de que partidarios de Trump irrumpieran en el Capitolio de Washington en donde protagonizaron enfrentamientos con los agentes de seguridad y vandalizaron el edificio. Cinco personas, entre ellas un policía, perecieron a causa de los incidentes.

Facebook y otras redes como Instagram, Snapchat o Twitch suspendieron por tiempo indeterminado las cuentas de Trump.

La plataforma de debates Reddit, normalmente bastante permisiva, cerró el viernes un foro de fanáticos del presidente por haber transgredido sus normas contra la incitación al odio.

¿Cuál puede ser ahora la caja de resonancia de Trump y sus partidarios?

Temeroso de quedar fuera de Twitter, su hijo Donald ya ofreció a sus seguidores que le envien su correo electrónico a su sitio web para así mantenerlos informados.

¿Crear un nueva plataforma?

En un tuit rápidamente eliminado, el presidente Trump mencionó la noche del viernes la idea de crear su propia plataforma pero no dio mayores detalles.

Las plataformas conservadoras populares entre los más enérgicos partidarios de Trump, como Parler y Gab, atraen a un público cada vez mayor.

Ante la cantidad “récord” de visitas en la noche del viernes al sábado, Gab debió agregar servidores, dijo su creador Andrew Torba.

Lanzada en 2016, Gab dice que promueve la “libertad de expresión” y las “libertades individuales”. Es mayormente utilizada por personas de extrema derecha e incluso neonazis.

Fue en Gab que el autor de un ataque a tiros que dejó 11 muertos en una sinagoga de Pittsburgh en 2018 había publicado numerosos mensajes antisemitas.

Varias empresas se negaron a prestar servicios a Gab, entre ellas PayPal, Visa, Google y Apple.

Y ahora fue Parler la que se vio eliminada de las tiendas de aplicaciones de Google -Google Play- y Apple -AppStore-.

“Estamos al tanto de las continuadas publicaciones en la app Parler que buscan incitar a la violencia en curso en Estados Unidos”, había dicho el viernes Google en respuesta a una pregunta de la AFP.

Apple respondió de manera similar el sábado, al afirmar que “Parler no ha tomado las medidas adecuadas para luchar contra la proliferación de amenazas a la seguridad de las personas”.

Parler ya no es como en sus comienzos en 2018, cuando era de uso casi exclusivo de los extremistas marginales. Actualmente acoge a voces conservadoras más tradicionales, como el presentador de Fox y allegado a Trump, Sean Hannity, o la gobernadora republicana de Dakota del Sur, Kristi Noem.

También activo en Parler, el influyente comentarista político Mark Levin anunció la noche de viernes la suspensión de su cuenta de Twitter “en señal de protesta contra el fascismo” de esa red social e instó a sus seguidores a sumarse a la plataforma conservadora.

Levin también mencionó su cuenta en Rumble, un sitio similar a YouTube que promete a sus usuarios “que jamas serán censurados por contenidos políticos o científicos”.

Todas esas plataformas alternativas son seguidas por usuarios de derecha o extrema derecha. Sin embargo no parece seguro que lleguen a tener una cantidad muy grande de seguidores, como los 88 millones que tenía Trump en Twitter.

 

ica

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