La misa dominical en la Catedral de Puebla se realizó sin la presencia de feligreses, respetando así el decreto del gobierno estatal ante la alerta máxima por Covid-19.

Dicha celebración eclesiástica fue oficiada por Tomás López Durán, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Puebla.

De esta manera, la Iglesia en Puebla cumple con el cierre de templos como parte de la disposición del gobierno para evitar más contagios y el colapso de hospitales en la entidad.