El gobernador de Florida, Ron DeSantis, activó el viernes la Guardia Nacional de este estado del sureste de Estados Unidos frente a la amenaza de “disturbios civiles” hasta cuatro días después de la inauguración el miércoles próximo del presidente electo Joe Biden.

La orden ejecutiva, efectiva inmediatamente y válida hasta el 24 de enero, prevé disponer de las tropas de la Guardia Nacional para apoyar a las fuerzas policiales locales y estatales en caso de violencia.

La decisión llega después de que la fiscalía federal arrestara en la capital del estado, Tallahassee, a un hombre que llamaba a enfrentar con las armas a los manifestantes que se congregarán en el Capitolio de Florida este domingo.

“Los extremistas que intentan cometer actos de violencia desde cualquier extremo del espectro político y social, deben ser, y serán, detenidos”, dijo Lawrence Keefe, fiscal federal para el Distrito Norte de Florida.

Daniel Baker fue detenido sin incidentes la mañana del viernes, señala un comunicado del Departamento de Justicia, que no precisó cuál era la motivación política del hombre.

El exsoldado del Ejército “estaba reclutando activamente” y publicaba videos que lo mostraban con numerosas armas, “incluyendo algunas con cargadores de gran capacidad”, dijo la fiscalía.

Las autoridades están en alerta luego de la pobre respuesta policial el miércoles pasado cuando una turba de simpatizantes del presidente saliente Donald Trump, quien no reconoce su derrota, atacó el Congreso en Washington en una revuelta que dejó cinco muertos.

Trump ganó estos últimos cuatro años una sólida base de seguidores en Florida, un estado crucial en las elecciones, compuesta sobre todo por blancos rurales e hispanos de ultraderecha.

También es uno de los estados de Estados Unidos con las leyes más laxas en materia de compra y porte de armas.

 

 

EFVE

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