Francia comenzó este lunes la vacunación contra el Covid-19 para los mayores de 75 años, segunda etapa de su campaña tras haber vacunado al personal sanitario y a los internos de las residencias de ancianos, en un país donde el coronavirus ha provocado más de 70 mil muertos.

Tras haber centrado, en un primer momento, su esfuerzo de vacunación en grupos prioritarios como los internos de las residencias de mayores y el personal médico, Francia llama a vacunarse a unos 5 millones de personas mayores de 75 años que no viven en residencias, así como a 800.000 personas con patologías de “alto riesgo” (con insuficiencia renal crónica o tratamientos de cáncer).

Para incentivar a la población y dar ejemplo, siete ganadores del Premio Nobel franceses así como la cantante Line Renaud recibirán la dosis de la vacuna en público durante el día de hoy, según anunció el responsable de vacunación nombrado por el Gobierno.

En un país que mira con escepticismo la vacunación, una encuesta del instituto IFOP recogida el domingo por el periódico Le Parisien, señala que el 54% de los franceses desea vacunarse, 15 puntos más que en diciembre.

El ministro de Salud, Olivier Veran, pidió “paciencia” a los más de 6,4 millones de franceses llamados a vacunarse por la lentitud con la que están llegando las dosis. Según Veran, “un millón de personas recibirán la vacuna” desde hoy hasta final de enero, y serán entre 2,4 y 4 millones a finales de febrero. Hasta la fecha, cerca de 422.000 personas ya han sido vacunadas.

Después de haber anunciado el viernes un descenso en la cadencia de producción de su planta de Puurs (Bélgica) que duraría “de tres a cuatro semanas”, el grupo estadounidense Pfizer, asociado al laboratorio alemán BioNTech, anunció el sábado un “plan” para acelerar la producción y recuperar “a partir de la semana del 25 de enero” el calendario de entregas acordado con la UE.

Francia vive desde el sábado un nuevo toque de queda adelantado a las 18H00 que durará “al menos 15 días”, para limitar la vida social.

Sin embargo, las nuevas mutaciones del virus (británica y sudafricana), más contagiosas, amenazan con provocar un repunte de casos, en un país que registró el domingo 141 fallecidos (70.283 desde el inicio de la pandemia) y 2.766 ingresos en cuidados intensivos, según los datos de las autoridades sanitarias.

 

DAMG

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