Es bien sabido que no le gusta exponerse sólo para la foto, como ha sido costumbre entre otros presidentes, así que hoy Andrés Manuel López Obrador reiteró que él se vacunará contra el Coronavirus (Covid-19) hasta que le corresponda, pero acotó que si bien informará de la acción no necesariamente la hará pública.

“Si no lo hago público o no hay una imagen donde yo esté vacunado, pues lo informo: Ya me vacuné ayer, se los digo. Para que mis adversarios no vean la cara que voy a poner con el pinchazo”, respondió cuando se le cuestionó si lo haría durante La Mañanera, palabras que acompañó de un guiño y risas.

Ante la falta de envíos de la vacuna Pfizer, su turno cambió. En días pasados, había expresado que se vacunaría a mediados de febrero con la vacuna china CanSino, aún no aprobada en México, y ahora estimó que le tocará hasta mediados de marzo.

En tanto, seguirá cuidándose durante estos dos meses y, como es de suponerse desde que arrancó la pandemia, sin usar cubrebocas, pese a que constantemente está en riesgo, como fue en la conferencia de hoy cuando el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud y encargado de la estrategia Covid-19, Hugo López-Gatell, estornudó hasta tres ocasiones a unos escasos metros del Presidente. Si bien se cubrió con el antebrazo, La Mañanera no deja de realizarse en un espacio cerrado y con casi nula ventilación.

Al haberse generado incertidumbre con la suspensión de envíos de Pfizer, el Jefe del Ejecutivo encargó al canciller Marcelo Ebrard, el cuasi supersecretario, que detallara cuántas dosis tiene pactadas México para finales de marzo, con las cuales alcanzará a vacunarse el mandatario y 14 millones de mexicanos.

Para no quedar mal, Ebrard sigilosamente dejó su asiento y con pasitos pequeños se fue por detrás de la mampara para llegar hasta los técnicos de la conferencia y ultimar detalles en su presentación.

Las habilidades del secretario de Relaciones Exteriores son reconocidas entre las Fuerzas Armadas, pues al inicio de la conferencia, el canciller ya se había colocado frente a la tercera silla con respecto del Presidente, dejándole la jerarquía antecedente a los titulares de Defensa Nacional y Marina; sin embargo, el general Luis Cresencio Sandoval, con humildad, le pidió que él tomara el primer asiento contiguo a su Jefe Supremo.

Por tercera ocasión, se hizo un enlace en vivo de la recepción de más vacunas Pfizer en los aeropuertos; sin embargo, éste lució gris, como la corbata y traje del Presidente, pues fue una cantidad menor y la última del mes.

La novedad se perdió y el enlace resultó aburrido al grado de relajar la disciplina militar, pues el general Sandoval hasta soltó sin pena alguna dos largos bostezos, y es que pasadas las dos horas de conferencia, ni su tableta electrónica ni el dulce que se comió le despejaron el tedio.

 

 

fahl

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