No habrá fiesta, pero sí tensión y nerviosismo. La inauguración presidencial de Joe Biden este miércoles incluye un gran cerco militar, un escenario acotado en invitados y presentaciones en vivo, así como la amenaza constante de eventos de violencia en las inmediaciones del Capitolio, en Washington, pero también en los 50 estados de la nación.

Se tiene previsto que la ceremonia se lleve a cabo en un escenario montado en las escalinatas del Capitolio de Estados Unidos, pero con elementos inéditos debido a la pandemia del coronavirus, a las protestas por parte de los seguidores de Donald Trump, mandatario saliente, y al juicio político que se activará en su contra en el Senado… eventualmente. Por cierto, Trump no estará presente en el protocolo, algo que no sucedía desde hace más de 150 años.

Más de 20 mil soldados de la Guardia Nacional estarán presentes en Washington, confirmó el jefe de Policía interino de DC, Robert J. Contee III. El Capitolio está rodeado de vallas, y tiendas y restaurantes cerraron por falta de clientes -pues muchas calles se encuentran bloqueadas-, y están temerosos de más protestas.

De hecho, las autoridades exhortaron a los residentes a quedarse en casa para seguir virtualmente la ceremonia y para no correr riesgos con la epidemia de Covid-19.

Se espera que el aún presidente Trump salga mañana de Washington por la mañana, antes de que Biden preste juramento.

Algunos eventos, como una escolta militar a la Casa Blanca, ocurran en un formato más pequeño. Otros componentes de celebración, como el tradicional desfile, serán virtuales, adelantó en entrevista con el Washington Post la senadora Amy Klobuchar, quien forma parte del Comité Conjunto del Congreso sobre Ceremonias de Inauguración.

El Comité Conjunto del Congreso sobre Ceremonias de Inauguración es responsable de la ceremonia de juramentación, cuyo enfoque es buscar la unión.

El equipo de Biden adelantó que dará su discurso inaugural desde la plataforma que se ha construido allí para la ceremonia. La asistencia, que será limitada, incluirá a otros funcionarios electos y a expresidentes como Barack Obama, Bill Clinton y George W. Bush. Lady Gaga interpretará el himno nacional, y Jennifer López cantará.

Una jornada sin violencia es posible

El día en que Joe Biden se convierta en el 46 presidente de EU también podría ser uno sin eventos de violencia, y solo con los amagos de Trump.

“No creo que las cosas vayan más allá de las protestas y de las marchas que anunciaron en Washington y los 50 estados, pero creo que la amenaza de seguridad ya pasó, con la toma del Capitolio (el pasado 6 de enero), y esto es importante porque el golpe se da cuando la mayoría de las democracias del mundo están en problemas”, señaló en entrevista con 24 HORAS Stephanie Henaro, internacionalista y socia fundadora de Panóptica Consulting.

Por primera vez desde 1949 no habrá bailes inaugurales. El Centro de Convenciones Walter E. Washington está cerrado.

Fiesta podría celebrarse el 4 de julio

El representante James E. Clyburn, presidente del comité inaugural de Joe Biden, dijo que una celebración más completa podría ocurrir el 4 de julio: “Con suerte, las cosas estarán bajo control entonces”, dijo a la cadena CNN.

El tradicional desfile por la avenida Pensilvania será un “desfile por toda América” virtual.

LEG

 

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