Los esfuerzos de los demócratas para impugnar por segunda vez al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ganaron intensidad durante el fin de semana, pero no parecía seguro que suficientes republicanos vayan a apoyar la medida cuando sólo quedaban unos días de mandato presidencial.

Los miembros demócratas de la Cámara de Representantes presentarán los cargos para un juicio político el lunes, después de que Trump alentó a sus partidarios a tomar el Congreso el miércoles, dijo el representante Ted Lieu en Twitter.

El demócrata de California, que ayudó a redactar los cargos, dijo que había 190 copatrocinadores hasta el sábado por la noche. Sin embargo, ningún republicano había firmado hasta la tarde del sábado, dijo la portavoz de Lieu.

“Tenemos videos del discurso donde (Trump) incita a la multitud. Tenemos videos de la turba atacando violentamente el Capitolio. Esto no deja margen de duda”, publicó Lieu el sábado por la noche.

Trump inicialmente elogió a sus partidarios en el Capitolio, pero luego condenó la violencia en un video. La decisión de llamar a la calma vino a instancias de asesores, algunos de los cuales argumentaron que podría enfrentar una destitución o responsabilidad legal, dijeron fuentes a Reuters.

Desde que perdió las elecciones del 3 de noviembre, Trump ha afirmado falsamente que fue víctima de un fraude generalizado.

Cinco personas, incluyendo un oficial de la policía del Capitolio, murieron como resultado de los disturbios del miércoles y docenas han sido acusados tras el asalto al Congreso.

Las autoridades están investigando las fallas en la seguridad y algunos legisladores se preguntan si los alborotadores tuvieron ayuda desde el interior, tras conocerse imágenes de algunos agentes de policía abriendo barricadas y posando con los alborotadores.

Si bien la gran mayoría de la policía del Capitolio actuó con valentía, el representante estadounidense Mondaire Jones dijo a CNN el domingo: “Es muy claro que hubo información interna que fue compartida con estos individuos y tiene que haber una investigación”.

La impugnación por parte de la Cámara de Representantes dirigida por los demócratas, equivalente a una acusación, desencadenaría un segundo juicio político en el Senado controlado por los republicanos, que absolvió a Trump durante el primero de acusaciones de que puso en riesgo la seguridad nacional de Estados Unidos.

Dos presidentes anteriores fueron impugnados pero también fueron absueltos en el Senado. Richard Nixon renunció en 1974 por el escándalo de Watergate cuando quedó claro que sería destituido.

La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, también ha pedido a los miembros que redacten un proyecto de ley para invocar la vigésima quinta enmienda de la Constitución, que permite quitarle los poderes a un presidente incapaz de cumplir con los deberes del cargo.

La creciente lucha por destituir a Trump ha atraído el apoyo disperso de algunos republicanos, cuyo partido se ha dividido por las maniobras del presidente.

Un pequeño pero creciente número de legisladores republicanos se ha unido a los llamamientos para que Trump renuncie y varios altos funcionarios del gobierno han dimitido en señal de protesta.

El senador republicano Pat Toomey dijo el domingo que Trump debería renunciar.

La condena del Senado requiere una mayoría de dos tercios, lo que supondría al menos 17 votos republicanos.

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