Esta semana, el líder de la bancada de Morena en el Senado —Ricardo Monreal— presentó una justificación que abre el debate sobre la regulación de las redes sociodigitales en México. La iniciativa formal que presentará en próximos días, sugiere cambios a la Ley Federal de Telecomunicaciones y que, por su naturaleza, sea el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) quien funja como árbitro en la arena social digital

Aunque como mencionó, aún no existe un documento en forma publicado en la página del Senado, sí una justificación sobre Regular el caos: La importancia de las redes sociales publicada en la web del mismo Ricardo Monreal. Reabrir el debate de la regularización de las redes sociodigitales en México reaviva la polémica sobre la censura a la libertad de expresión y es en este sentido que, hermanos colegas comunicólogos y lingüistas en «Los Bárbaros» reflexionamos sobre el tema, y con el permiso de ellos a continuación, rescato algunos puntos para esta primera entrega.

Derivado de la aceleración en el crecimiento de la «Red de Redes», la garantía de que internet sea un espacio seguro para realizar actividades sociales, económicas, culturales, etc., es cada vez es más requisitado por usuarios y gobiernos que debaten sobre la delgada línea de la libertad de expresión en todas sus formas. La libertad de expresión es la exteriorización de la libertad de pensamiento que implica el derecho a hacer público, emitir, difundir y en palabras simples «publicar» un conjunto de ideas, opiniones y críticas a través de cualquier medio.

Este derecho no solamente tiene un reconocimiento constitucional en México; también es protegido por tratados internacionales con jerarquía constitucional de derecho vital, por el simple hecho de ser humano y dota al individuo de la libertad de buscar, recibir y difundir información sin consideración de fronteras. Se trata de un derecho que privilegia la promoción de existencia de una sociedad democrática y es indispensable para la formación de la opinión pública y citando a la Corte Interamericana de Derechos Humanos: “una sociedad que no está bien informada, no es plenamente libre”.

Las peculiaridades de internet desafían la aplicación de modelos tradicionales regulatorios; es decir, la distinción entre emisor y receptor de información sobre la que se basa la dicotomía entre sistemas de comunicación privada y medios de comunicación masiva, carece de sentido en internet. Los modelos regulatorios a los medios de comunicación de masas están esquematizados en función de la comunicación unidireccional, un medio comunica a múltiples receptores pasivos. Por el contrario, en internet existe información personalizada que cambia el centro de control de la comunicación de los medios de comunicación social al usuario. Como diría Jenkins, el usuario en internet deja de ser un merodeador o un pasivo de la comunicación para convertirse en un «prosumidor».

En la siguiente entrega continuaré describiendo un problema particular de la regulación de Internet: la atribución de responsabilidad por los contenidos vertidos en la red.

 

 

Ecosistema Digital

Carlos Miguel Ramos Linares

@cm_ramoslinares