La tabla de cocientes no valora si las derrotas fueron decorosas o justas, si los equipos están en construcción y muestran signos positivos, esa tabla sólo suma partidos y los divide entre los puntos obtenidos y, en ese sentido, los equipos que ofrecen buenos minutos de futbol pero carecen de gol terminan en los últimos lugares. Más de 350 minutos sin gol que se resumen en tres partidos y medio sin anotar, no haber festejado uno en el segundo tiempo y sólo sumar dos en cinco juegos es el saldo del Puebla de la Franja de Nicolás Larcamón que el sábado pasado perdió 1-0 ante el América en el Estadio Azteca https://www.youtube.com/watch?v=YivN7sgW5HY.

Es cierto que por lapsos dominó territorialmente al América, que tuvo la posesión del balón en gran parte del segundo tiempo, pero también es cierto que pese a ese dominio el equipo camotero no generó muchas llegadas de peligro y no convirtió a Guillermo Ochoa en el héroe de la película. La jugada donde el uruguayo, Maxi Araújo estrelló su disparo en el cuerpo del arquero americanista fue un pelotazo de Antony Silva que fue mal defendido por la zaga local, por lo que jugadas creadas por el Puebla podemos hablar de un desborde por derecha de Tabó (el único que hizo) que terminó con un disparo del propio Araújo cuando Omar Fernández la pedía y el centro del joven Ivo Vázquez que remató Guillermo Martínez y que repelió Ochoa aunque ya se había marcado falta.

No sólo falta gol en el Puebla de la Franja sino que falta desequilibrio, capacidad de sorpresa para hacer patente el buen trabajo del mediocampo y la posesión de balón que mostró en el Azteca; fue un partido donde la defensa estuvo muy aplicada a pesar de la ausencia de Juan Pablo Segovia ya que Lucas Maia cumplió, Perg (su baja será dolorosa ante Juárez) está gozando de una buena temporada y Gularte cada vez se asienta más, pese a que un mal rechace de él generó la jugada del gol americanista justo cuando había dejado de preocupar y el equipo visitante jugaba mejor. Aquí cabe subrayar que muchos aficionados consideran que Diego de Buen debería ser titular, pero ante la apuesta de la línea de tres centrales ha tenido que dejar su lugar porque el técnico se dio cuenta de que ante la lentitud de Gularte y Segovia lo mejor es colocar a un tercero que sobre y Perg ha cumplido con creces en esa labor ya que la defensiva luce sólida.

Pero la cobija es corta y si bien Larcamón solucionó un problema, el equipo no es capaz de generar mucho futbol ofensivo ya que los hombres que van por las bandas de mediocampo hacia el frente no son claros. Tabó, por la derecha, necesita que la musa baje y lo toque y eso sucede, si bien le va al Puebla, una vez por juego; y por izquierda, Araújo no acaba de cuajar porque más allá de sus fallas frente a la portería conviene recordar que el sábado no ganó un duelo individual por la banda, falló controles de rutina y en la serie de cambios desesperados del final, Ivo Vázquez generó un poquito más juntándose con Reyes; mientras que el hombre de la creatividad, Omar Fernández se mostró voluntarioso y si bien en algunos momentos pareció acelerado hay que reconocer que, sobre todo, en el segundo tiempo dio algunos pases con criterio, y por ello, su salida del campo cuando el Puebla estaba en desventaja no se entendió. El centro delantero, Santiago Ormeño es un futbolista que ha crecido, pero cuyas características obligan a que su equipo genere para que él pueda aparecer, si no hay quién lo alimente, Ormeño no pesa, por lo que el equipo camotero necesita alimentarlo, un aspecto que ha faltado en este inicio de campeonato.

Este es el Puebla: Un equipo con jugadores cumplidores, sin futbolistas que cambien la historia de los partidos por sí solos (en ese sentido esta versión poblana es más pobre que la anterior donde si había más talento en la plantilla), que debe trabajar en conjunto y, por ello, el planteamiento inicial de Larcamón no fue malo porque es el que más permite que esta versión camotera pueda competir. Este Puebla no es un equipo poderoso, incluso repito, es menor en talento que el del “Guardianes 2020” y el técnico debe buscar la forma en la que pueda tener opciones. Ahora viene Juárez que tiene un  partido pendiente pero que está tres puntos por debajo de los Camoteros en la tabla de cocientes, por lo que es un juego directo en el que el conjunto poblano no se puede dar el lujo de fallar en casa; en ese sentido será una semana de exigencia para el cuerpo técnico ya que deberá buscar la forma de generar más futbol ofensivo.

Cabe resaltar a Ivo Vázquez quien no desentonó en los cerca de 11 minutos que estuvo en la cancha ya que se acomodó con Salvador Reyes y mandó un centro peligroso; Vázquez ingresó por Araújo quien fue defendido por su técnico en la rueda de prensa posterior al juego, pero lo que se le olvida a Larcamón en el caso de Araújo es que es extranjero y, en cualquier parte del mundo, los extranjeros no deben ser proyectos de los clubes, deben ser las respuestas que le den el salto de calidad a los equipos; ¿si el nivel mostrado por Araújo fuera el de un canterano mexicano se le darían las mismas oportunidades y se le tendría la misma paciencia?  El futbolista uruguayo llegó después de ser parte de la selección preolímpica de su país por lo que cualidades tiene y hay que exigirle mucho más porque un equipo como el Puebla con la cobija tan corta no se puede dar lujos como esperar que termine de explotar porque hasta el momento su historia en el futbol mexicano ha sido decepcionante.

El fin de semana ofreció una moraleja parecida a los equipos varonil y femenil del Puebla, que podríamos titular de dos formas: “Sin gol no hay paraíso” ya que la falta de gol también se repite en el equipo femenil o “el club de los derrotas honrosas” ya que las damas también estuvieron cerca de sacar un mejor resultado ante el Atlas, uno de los punteros del campeonato y uno de los que mejor juega en el país pero un gol en la recta final de Allison González por la vía penal le dio la victoria a las rojinegras que hicieron varias rotaciones para cerrar una jornada doble que exigió mucho a todos los equipos. La moraleja y el título de la misma pueden ser los mismos, pero la situación de los técnicos no: Larcamón está llegando a México, no cuenta con una plantilla muy poderosa y parece que le está dando armas para competir a su equipo, en cambio Jorge Gómez llegó a 66 juegos al frente del Puebla de los cuales ha perdido 28, es decir, el 42.42%, y al igual que el jueves pasado tras perder en Toluca, ayer recurrió a las mismas justificaciones de proyectar a las jugadoras jóvenes cuando son los que menos juegan https://www.youtube.com/watch?v=M2pGxCr4EAk.

Gómez González habló de que este no es un proyecto personal sino el del club, habló acerca de que sus jugadoras nunca se dan por vencidas y ahí utilizó verbos como batir, correr, luchar, no dar un balón por perdido, pero no ofreció otro tipo de verbos para explicar a qué juega el Puebla femenil. El estratega, que se ha convertido en el señor de las justificaciones, dijo: “El Puebla femenil es un equipo que siempre se bate, que corre, que lucha, que no da un balón por perdido y cada vez vemos a lo largo de sus partidos esa esencia de las niñas (cuando en nombre de la equidad de género se ha pedido que no se utilice esa palabra para hablar de las futbolistas), no es una esencia que yo les impongo, es una esencia que ellas las jugadoras lo manifiestan y que el equipo siempre se entrega y sobre eso el equipo siempre está con el hambre de crecer y desarrollar; evidentemente todos hablando de jugadoras y de cuerpo técnico y directiva queremos ganar, pero no somos un proyecto resultadista, somos un proyecto de formación”, para luego acortar los tiempos que de los que había hablado el pasado jueves: “Las jugadoras son las que van a llevar a cabo el desarrollo, en su momento, puede ser dos o tres jornadas, pueden ser dos, tres semestres, eso yo no lo determino”.

Es decir, el Puebla femenil es un proyecto formativo en el que no se les acaba de dar la alternativa a las jugadoras más jóvenes que en tres días pasó de poder estar listo de dos a tres años, a dos o tres jornadas o dos o tres semestres, por lo que cabe preguntarse entonces ¿cuáles son los objetivos para este semestre o cómo se mide a las jugadoras y las mejoras del equipo si no hay una claridad en lo que se pretende? Todas estas frases de Jorge Gómez sólo indican que ya se perdió y que no encuentra el camino para hacer crecer a sus futbolistas (no niñas) y, por ello, sigue ofreciendo justificaciones cada vez menos reales.