Mantener la vida de anaquel de un alimento el mayor tiempo posible requiere, en muchas ocasiones, de agentes antioxidantes; sin embargo, hay fuertes indicios de que los artificiales utilizados en la actualidad (BHT y BHA, principalmente) son perjudiciales para la salud y tienen efectos secundarios, por lo que es necesario buscar una alternativa más natural y saludable.
Lilia Alejandra Conde Hernández, profesora investigadora de la Facultad de Ingeniería Química (FIQ), señaló que ante la tendencia de sustituir los conservadores sintéticos por extractos de productos naturales con propiedades antioxidantes, en la FIQ se realiza una investigación cuyo objetivo es extraer y estudiar el aceite esencial de tres plantas mexicanas para determinar su uso como antioxidantes naturales.
Muchos aceites esenciales obtenidos a base de plantas mexicanas han sido poco explorados, no se conoce su composición química, por lo que es de gran interés su estudio. En este estudio, mediante procesos de hidrodestilación o destilación por arrastre de vapor, a diferentes condiciones, se extraerá el aceite esencial de las plantas, luego se determinará la actividad antioxidante por dos métodos diferentes y se caracterizarán los compuestos químicos volátiles obtenidos.
“Mediante una revisión bibliográfica se observa que hasta ahora la mayor fuente de antioxidantes es sintética y solamente un porcentaje mínimo se obtiene a partir de hierbas o especias, por lo que surge la idea de aprovechar hierbas o especias de origen mexicano, obtener sus aceites esenciales y probar su actividad antioxidante para ser consideradas una alternativa a los conservadores sintéticos”, comentó.
La doctora en Ciencia de Alimentos dio a conocer que una de las plantas seleccionada es el toronjil de menta, también conocida como toronjil rojo o toronjil de monte, se trata de una especie que posee pequeñas flores rojas, suele presentar una altura de 30 a 80 centímetros. Es una hierba perenne, endémica de los estados de Hidalgo, Guerrero, Oaxaca y Veracruz, que pertenece al grupo de las fanerógamas dicotiledóneas y a la familia de las Lamiaceae.
“Al toronjil rojo se le atribuyen propiedades tranquilizantes, por lo que la población suele consumirla en preparaciones acuosas como remedio para dolencias nerviosas, inducir el sueño y como agente sedante y analgésico. A pesar de su uso intensivo en la medicina tradicional mexicana y que estudios fitoquímicos arrojan la presencia de flavonoides libres y glicósidos, existe poca información acerca de la actividad biológica o la composición de las partes aéreas de dicha planta y ninguna de su aceite esencial”, informó.
Como parte de este trabajo ya se ha obtenido el aceite esencial de toronjil rojo mediante hidrodestilación y destilación por arrastre con vapor. Los resultados mostraron que su rendimiento fue de 1.4 y 1.1 gramos de aceite esencial / gramos de planta seca para hidrodestilación, y de 1.1 y 0.9 gramos de aceite esencial / gramos de planta seca para destilación con arrastre con vapor, para un tiempo de dos y cinco horas respectivamente.
Con respecto a la actividad antioxidante se probaron los aceites esenciales obtenidos y tres antioxidantes sintéticos (ácido ascórbico, BHT y trolox), todos a la misma concentración, para observar qué tan efectivos pueden ser los primeros con respecto a los sintéticos.
Conde Hernández informó que al realizar la determinación de la actividad antioxidante (IC50) se encontró que para la técnica de DPPH, el aceite esencial obtenido por hidrodestilación por cinco horas mostró mayor actividad antioxidante que los tres antioxidantes sintéticos e incluso fue superior en un orden de cinco veces mejor que el ácido ascórbico. Sin embargo, con la técnica ABTS, los antioxidantes sintéticos mostraron mayor actividad antioxidante que los aceites esenciales.
El siguiente paso de la investigación es obtener el aceite esencial de las otras dos plantas seleccionadas mediante los mismos procesos a diferentes condiciones; posteriormente se determinará su composición química a través de cromatografía de gases acoplada a espectrometría de masas (GC-MS) y se realizará la determinación de la actividad antioxidante de los aceites, también por medio de ABTS y DPPH.
En la identificación de las tres plantas mexicanas se cuenta con la colaboración del Jardín Botánico Universitario, además de que esta investigación también forma parte de la tesis de doctorado de Anette Gisela Botello Ojeda.
De acuerdo con la académica, los aceites esenciales, también llamados bioconservadores o químicos verdes, parecen ser una alternativa al poseer buena actividad antioxidante y no ser dañinos para la salud. Dichos beneficios están relacionados con dos características principales: su actividad antioxidante y antimicrobiana, por lo que se usan principalmente en la industria farmacéutica, sanitaria, cosmética, agricultura y alimentaria.
Se han realizado estudios de la adición de aceite esencial de albahaca en el aceite de palma para freír papas fritas, de aceite esencial de cedrón y muña en aceite de girasol, de aceite esencial de cilantro en pastel, de aceite esencial de clavo y canela en chuletas de cerdo, de aceite esencial de limón en aceite de girasol, de aceite esencial de orégano en aceite de oliva, por mencionar algunos de ellos. A nivel industrial se procesan aceites de romero, tomillo, canela, clavo, lavanda, árbol de té, anís, menta, limón, naranja, eucalipto, orégano, para diversos usos.