Pasos en la azotea
La designación como subsecretario en Gobernación de Ardelio Vargas Fosado debe ser entendida como el regreso de los “duros” a la gestión gubernamental.
Eficaz e implacable en las encomiendas que se le encargó como asesor de cabecera del gobernador Miguel Barbosa para temas sobre seguridad, Vargas Fosado también fue “grillado” por un grupo en el ámbito de la Secretaría de Seguridad Pública.
El lugar que a partir de esta semana ocupa es el resultado de la confianza que existe en su trabajo, pero también tiene una clara lectura sucesoria. Al tiempo.
¿Será?
Otro de los duros, a escena
Otro personaje que cobró notoriedad en la era de la #4T poblana fue el abogado penalista Florencio Madariaga, responsabilizado de la tarea de la integración de expedientes jurídicos y penales en contra de ex servidores públicos en las administraciones pasadas panistas.
Su estadía en Puebla, aseguran, se extenderá por largo tiempo pues ya hasta oficinas propias montó en la zona conurbada de la capital, para continuar con el trabajo encomendado y lo que resulte; ahora sí que, ¡#QuéNervios!
¿Será?
Se fue del Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales del Estado de Puebla, María Gabriela Sierra Palacios, una recomendada por el grupo morenovallista que favoreció a quien debía.
Sus razones deberá tener, pero un dato adicional es que fue prima de la difunta Martha Erika Alonso Hidalgo.
Tal vez quien deba tomar esa misma decisión es Marcela Carcaño, herencia del pasado y guardián fiel de las cosas que sucedieron en la era panista.
¿Será?
Desafortunados ataques
Primero fue la agresión en contra del fotoreportero Cristopher Damián, a quien un grupo de trabajadoras sexuales agredió por un trabajo periodístico que efectuaba en la vía pública, en el centro histórico de Puebla.
Este lunes tocó a la foto reportera Mireya Novo, a quien elementos de la Policía Auxiliar hostigaron por hacer su trabajo en vía pública. Tiempos difíciles para el oficio como bien público.
¿Será?