La primera tumba troncocónica en Cantona, Puebla, fue descubierta al excavar un entierro múltiple, localizado por pobladores de Tepeyahualco mientras recolectaban material para construcción.
Este hallazgo se dio a un costado de un camino de terracería en las afueras de la cabecera municipal, en un terreno conformado por una serie de pequeñas formaciones irregulares, parecidas a pequeños montículos, aplanados en la parte superior, compuestos de roca basáltica y tezontle fino, aprovechado por los pobladores del municipio como banco de materiales para hacer sus casas.
Fue justo en el interior de uno de los montículos en donde se detectó la osamenta y la primera tumba troncocónica en Cantona, Puebla.
Las dimensiones de la tumba, con forma de botella, eran de 1.60 metros de altura, el diámetro aproximado en la base es de 97 centímetros, la cual se ampliaba hasta 1.10 metros a la mitad de la estructura, y en el extremo superior se cerraba hasta 45 centímetros.