Héroes en medio de la tragedia hay muchos y muchas de sus historias permanecerán en el anonimato, en parte porque no lo hacen en busca de fama, y otra, porque los medios de comunicación estamos centrados en contar partes distintas de la emergencia sanitaria que nos tiene invitados al confinamiento desde hace ya un año.

Por mi parte, he encontrado en muchas personas valores como solidaridad, paciencia, confianza y honestidad, que los resaltan de entre los demás, aunque también, la realidad angustiante que vivimos muchos ha mostrado lo peor de la sociedad y sus gobernantes.

Hay un lugar especial para el personal médico, que a pesar de todos los pesares no han abandonado a los pacientes preocupados y estresados que acuden ante el menor de los síntomas o cuando la afección se vuelve grave.

Al norte de Puebla capital, en un consultorio junto a una famosa farmacia, está ubicado el consultorio del doctor González, alguien que además de mi aprecio y admiración, tiene todo mi cariño por su admirable labor.

El doctor González como muchos otros, me atrevo a decir, miles de médicos, son el principal frente de batalla contra el Covid.

En línea, por teléfono y en sus consultorios, arriesgando sus vidas todos los días, los médicos de todos el país, se enfrentan a la batalla contra el coronavirus en condiciones de inequidad.

El doctor González, por ejemplo, tiene más de 60 años y aunque es médico que ha atendido por más de un año a enfermos de Covid, no ha recibido dosis alguna de las vacunas que han llegado al país.

El doctor González, ha tenido que confinarse un par de veces, no tanto por gusto sino por condición familiar, ya que a su esposa e hijas les preocupa que pudiera contagiarse, después de atender a cientos de pacientes y miles de sintomatologías de posible Covid.

Y si, muchas veces nos dicen que quienes están en verdadero riesgo de contagio son quienes se encuentran en la primera línea y afortunadamente todos ellos están vacunados, pero quienes realmente atienden la inmensa mayoría de los casos Covid-19 que no pueden obtener este beneficio por falta de capacidad e infraestructura pública en hospitales o a quienes acudimos todos por la confianza y cercanía, son los médicos particulares, los de farmacias y los que representan bajos costos, y también son los más expuestos.

La realidad, la que no están viendo quienes dirigen estas jornadas, es que es urgente que los vacunen, y también a todo el personal hospitalario, quienes limpian, los mantenimiento, administrativos, los que hacen pruebas de laboratorio, los odontólogos, los paramédicos que los trasladan, las enfermeras que los atienden, los camilleros que los mueven, los policías que los cuidan, los que mueven siquiera un hilo para que el familiar del enfermo, el enfermo o el fallecido, tengan la mejor atención necesaria.

Al doctor González, solo podría decirle GRACIAS. Doctor, amigo, confidente y, sobre todo, ser humano excepcional, una historia de la vida real de esas que abundan en esta pandemia, un héroe sin capa, pero con la bata bien puesta para sostener y ayudar, en tiempos donde la indecencia parecería ser regla.

 

@Olmosarcos_