Ellas serán las figuras del periodo de campañas, electorales e institucionales no sólo en esta coyuntura, sino por largo tiempo, a despecho de quienes no han terminado por entender las nuevas reglas del juego en la arena política y social.

Llegaron para quedarse y no son ni por mucho el modelo del jefe del pasado que, a tragos, saliva y billetazos, dictaban por las buenas o por las malas en las agendas en medios, columnas o clanes.

Son resultado de un largo periodo que ha llevado como estandarte la igualdad, y como dogma la equidad en todos los planos de la vida en Puebla y el país entero.

Aún hay que trabajar mucho, porque la violencia en cualquier tipo de expresión vive entre nosotros como herencia de un pasado desigual, abusivo y patriarcal.

Todo comenzó en la campaña y luego continuó en el gobierno de Miguel Barbosa con Verónica Velez Mácuil en Comunicación y Agenda Digital; ahí se dio el primer paso para cambiar el paradigma en la relación prensa-poder, un binomio que aún ahora es materia de análisis en la academia y redacciones.

No son pocos los colegas, directores y columnistas que han tenido dificultades para asimilar la nueva circunstancia que antes se resolvía en el ámbito de lo oscurito, el antro o el tugurio.

En el Comité Estatal del Partido Acción Nacional terminaron por corregir. Regresaron a Sandra Izcoa a las tareas inherentes, identificada con Martha Erika Alonso, la esposa del ex senador Rafael Moreno Valle, fallecidos ambos en diciembre de 2018, llegó para tejer mejor, incluso con medios críticos del reducto morenovallista incrustado en el presente.

En el Partido Revolucionario Institucional, el presidente del Comité Estatal, Néstor Camarillo, también decidió dar un paso adelante para imprimir perspectiva de género en la política de comunicación en donde nunca antes una mujer había despachado.

Con Sara Martínez Montiel, el vetusto edificio de la Diagonal Defensores de la República, en el que antes atendieron responsables de Comunicación hombres con sus aciertos y perversiones, hay una visión femenina que ha modificado el mapa en el tricolor.

En la coalición que tiene unidos a los partidos Morena, Partido del Trabajo y el Verde -Juntos Hacemos Historia-, arribó Magaly Herrera López como responsable de comunicación nacional y estatal de las y los candidatos.

En Morena, Paola Aguirre también es la responsable de las tareas de comunicación y con ello se cierra la baraja de féminas encargadas de conducir la relación de instituciones y partidos con la prensa. Es probable que nunca antes hayamos estado ante escenarios como el del presente.

Con matices o diferencias notables en la metodología para hacer valer sus respectivas visiones, los espacios de comunicación institucional o partidaria tienen una visión femenina y se trata de una realidad que no admite réplica.

La dificultad será para quienes, anclados en la idea de que todo pasado fue mejor, tendrán que guardar en los espacios confinados para las cosas en desuso la idea machista de que los espacios de poder están reservados sólo para los hombres.

 

Fernando Maldonado

@FerMaldonadoMX